WhatsApp de Publicidad
Seguinos

Tips

Frutillas: tres trucos para conservarlas más tiempo

Las frutillas, con su irresistible sabor y textura, tienen el poder de conquistar cualquier paladar. Ya sea mientras exploras la verdulería o consultas el menú de un restaurante, estas pequeñas delicias rojas se convierten en un imán para tus sentidos.

No hay duda de que son una tentación que vale la pena. Para aprovechar al máximo estas joyas de la naturaleza, es esencial saber cómo conservarlas adecuadamente, ya sea para disfrutarlas frescas o como ingrediente en tus recetas favoritas.


Las frutillas son un ingrediente versátil que se utiliza en postres, tortas, helados, batidos y, sorprendentemente, también en ensaladas. Aunque podés cocinarlas, se recomienda consumirlas crudas, ya que al cocinarlas, pierden algunas de sus propiedades antioxidantes, principalmente la valiosa vitamina C que contienen.

Si te encontrás con un exceso de frutillas que no podrás consumir en los próximos días, no te preocupes. Estos tres trucos te ayudarán a conservarlas en perfecto estado, desde la primera hasta la última frutilla.

Tips para elegir y conservar las frutillas frescas

La compra: Antes de preocuparte por cómo conservarlas, debés saber cómo elegirlas. Al igual que descartás las frutillas pasadas, también deberías evitar las que aún tienen partes blancas, ya que eso indica que no han madurado completamente y carecen de sabor.

Además, no caigas en la trampa de pensar que las frutillas más grandes son siempre las mejores. La clave está en observarlas cuidadosamente: elegí las que no estén magulladas, tengan un color uniforme y un cabito bien adherido.


Cuándo y cómo lavarlas: Es común encontrar tutoriales en YouTube y redes sociales que recomiendan lavar las frutillas con agua y vinagre. Sin embargo, no es aconsejable hacerlo hasta que estés listo para consumirlas. Lavarlas antes de tiempo puede acelerar su descomposición, ya que el agua que absorben durante el lavado puede favorecer el crecimiento de microbios.

Para limpiarlas, simplemente utilizá abundante agua corriente. Asegurate de enjuagarlas nuevamente antes de consumirlas.


Cómo guardarlas: Si aprovechaste una oferta y compraste más frutillas de las que podés comer en pocos días, el freezer es tu aliado. No las guardes sin lavar, pero asegurate de secarlas con un paño o papel de cocina. Luego, quitale los cabitos con un cuchillo y guardalas en bolsas bien selladas o en un recipiente hermético.

Para evitar que las frutillas se peguen entre sí en el congelador, la solución es colocarlas en una bandeja cubierta con film transparente, manteniendo un espacio entre ellas. Una vez que estén congeladas, podés juntarlas sin problema.

Recordá que al congelarlas, las frutillas no conservarán su textura original, por lo que no serán adecuadas para decorar tortas. En cambio, serán ideales para preparar licuados, smoothies, mermeladas, salsas para helados o postres, como base para mousses, entre otras delicias.

Si planeás consumirlas en los próximos días, guardalas en un recipiente con hojas de papel absorbente debajo de las frutas para evitar que se aplasten por el peso de las que están arriba. Así, podrás mantenerlas frescas y deliciosas durante al menos cuatro días, o incluso más si no ajustas el frío de la heladera a niveles excesivamente bajos. Acordate de lavarlas y secarlas antes de disfrutarlas.

Con información de Clarín

Lo más leído