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SIGUE EL JUICIO

Protección a banda narco: las escuchas que comprometen al fiscal Cantaro

Hoy comparecieron seis testigos que forman parte de la Prefectura. Uno de ellos, del área de Inteligencia Criminal de la fuerza, dio precisiones sobre la investigación.

Por Augusto Meyer

Redacción de La Brújula 24

El juicio contra Alejandro Salvador Cantaro, el fiscal acusado de proteger a bandas narco, tuvo hoy un notorio avance hacia lo que se considera es el nudo de la investigación. Por la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca desfilaron seis testigos, en su mayoría por zoom, y dejaron varias cuestiones para mencionar.

En la audiencia, que finalizó a las 13, hubo dos cuestiones centrales. Lo primero es que el Tribunal denegó el pedido defensista para considerar nulas las pericias sobre los teléfonos celulares de integrantes de la “banda del éxtasis”.

En su planteo, los representantes del fiscal Cantaro habían considerado que habían sido vulneradas las fajas de seguridad de los sobres donde se transportaron esos dispositivos. Tras escuchar la decisión del Tribunal, los defensores adelantaron que apelarán a Casación para que se revea la petición rechazada.

Lo segundo es la declaración de un integrante de la Prefectura Naval que participó de la investigación, realizando tareas de inteligencia y análisis de las escuchas entre los supuestos integrantes de la banda narco y Sebastián Gauna San Millán, sobrino de Cantaro. El testigo fue quien estableció el vínculo de Gauna San Millán con el auto en que se movilizaba, propiedad del fiscal.

Investigó a los “narcochetos”

Matías Damián Peralta se desempeñaba como jefe de la división Inteligencia Criminal de la Prefectura Mar Argentino Norte, con sede en calle Moreno de esta ciudad, cuando se le asignó la causa denominada “narcochetos”. En ese expediente se seguía la pista de los ciudadanos de apellido Borja, Lucanera, Moscardi, Texido y Gauna Santillán, entre otros.

De los entrecruzamientos de datos -hubo 11 líneas telefónicas intervenidas por disposición judicial-, los investigadores llegaron a Facundo Texido y Federico Hernando, éste último supuesto proveedor de la banda.

Siguiendo a Texido de manera encubierta, los investigadores llegaron a una cervecería que estaba en la zona de Fuerte Argentino y Casanova. En ese local, el sospechoso se encontró con Sebastián Gauna San Millán. De hecho, dijo el testigo en la audiencia de esta jornada, junto con otro de los investigadores a ambos sujetos los sorprendieron consumiendo drogas dentro de un Peugeot blanco estacionado fuera del local, cuyo titular –por el relevamiento que se hizo del número de matrícula- resultó ser el fiscal Cantaro.

El personal transcribió y elevó al fiscal federal Antonio Castaño todo lo que iba surgiendo de las escuchas, para que el funcionario dispusiera los pasos a seguir.

En determinado momento sorprendió a los investigadores de la Prefectura escuchar a Gauna San Millán cuando, usando el teléfono de Texido,  “chapeaba” diciendo que era “sobrino del fiscal”.

Peralta dijo que de las comunicaciones interceptadas, surgieron dos fuertes sospechas. La primera que Gauna San Millán no sólo consumía sino que podría ser distribuidor. Lo segundo es que, en determinado momento, Hernando, Texido y Gauna San Millán, empezaron a “cuidarse” en el lenguaje de las conversaciones, presumiendo que sabían que tenían la línea intervenida. Peralta dijo que tenían expresiones como “después lo vemos” o “por acá no”. Recordó que en una de las charlas los acusados hablaban de llevar “tarta de verduras”, en la previa a juntarse a comer un asado, en clara alusión a contar con droga para consumir.

Le quitaron la causa al Fiscal Castaño

Otra situación que el integrante de la Prefectura citó como sorpresiva, fue el llamado del juez de primera instancia Dr. Walter López Da Silva. El magistrado les informó que todo de cuanto surgiera en la causa deberían informárselo a él o su secretario, Dr. Iván Krasnopol. La fiscalía del Dr. Antonio Castaño dejaba de llevar adelante la causa donde se mencionaba a Cantaro.

El testigo volvió sobre el punto referido al “escudo” de protección que el fiscal que está siendo juzgado según las sospechas le daba a su sobrino.

Peralta confirmó que la madre de Gauna San Millán tenía la línea de comunicación intervenida y que, de una escucha tomada tras el allanamiento en su casa del Palihue, la mujer llamó a su hijo (estaba en Neuquén) y le dijo: “Estuvieron los de Prefectura y me revolvieron todo. Alejandro (por Cantaro) te había dicho que te estaban investigando”.

El próximo miércoles 22 de febrero, a partir de las 9 de la mañana, está previsto que comparezcan otros siete testigos.

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