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Pagó miles de dólares para rescatar a su hija pero era mentira

Ocurrió el sábado por la noche en pleno centro bahiense. Dejó el dinero en un cesto de basura de la Plaza Rivadavia. “Al principio no les creí. Pero después te enredan y caí", dijo la víctima en LA BRÚJULA 24.

El llamado ocurrió en un departamento de un edificio ubicado en Soler al 100.

Una estafa millonaria tuvo lugar en las últimas horas en Bahía Blanca. Una mujer desesperada ante el llamado que recibió el sábado por la noche en el teléfono fijo de su casa cuando su “hija” le pedía ayuda, terminó entregando cerca de 30 mil dólares a los delincuentes.

Según pudo saber la redacción de LA BRÚJULA 24, todo comenzó el sábado por la noche a las 21.30 horas con un llamado a un departamento de un edificio ubicado en Soler al 100.

Allí atendió Marta Elida Sánchez Verdovaid, y escuchó una voz de mujer que simulaba ser la de su hija. Le dijo que le estaban robando y que la ayude a que la liberen dejando 20 mil –no especificaba si pesos o dólares- en un cesto de basura de la Plaza Rivadavia.

“Al principio no les creí. Pero después te enredan y pensé que era la voz de mi hija y mi yerno. Él me decía que le dolía la boca al hablar y les creí”, dijo la mujer en diálogo con la redacción de LA BRÚJULA 24.

Inmediatamente y ante la desesperación por la situación, la mujer de 74 años tomó 30 mil dólares, los dejó en un cesto de basura y regresó a su casa.

“Pero después me llamaron y me dijeron que faltaba plata. Y era cierto porque ante el apuro me quedó dinero afuera de la bolsa negra en la que puse el dinero”, indicó.

Entonces la víctima volvió a tomar más dinero y se dirigía a Lavalle y Soler, el segundo lugar que le indicaron para dejar la plata. “Pero justo cuando estaba saliendo me llamó mi hijo y me dijo que me habían engañado, que mi hija estaba bien, cenando con su marido en un restaurante”, detalló Marta.

“Lo único que agradezco es que estamos todos bien. Porque incluso cuando fui a la plaza me pareció ver en la vereda de enfrente a una persona medio escondida con una campera azul, pero no detuve mi marcha y me volví a mi casa. Ojalá las cámaras lo hayan filmado”, concluyó la mujer.

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