Dos mujeres de un asilo de San Nicolás se ofrecieron para recibirlo. Fue condenado por 11 crímenes cometidos entre 1971 y 1972.
El juez de Garantías le dictó prisión preventiva.
“Murió de la nada, no estaba enfermo", dijo cuando consultaba sobre los trámites de la sucesión.
La mayoría de los vecinos repite que Damián, como todos lo llaman, no pudo haber sido capaz de cometer semejante atrocidad.
María Belén Baños, la fiscal de San Nicolás que investiga el caso, no descarta que el homicida haya inyectado aire en sus víctimas.