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buscaba un gato y le dispararon

“Que yo esté vivo es obra de Dios”, dijo el joven baleado en la cabeza

Matías Bergaz dejó la terapia intensiva del Hospital Municipal para pasar a sala común.

Matías Bergaz. Foto gentileza familia Bergaz

“Que yo esté vivo es obra de Dios. Si no fuera por Él, yo no la contaría”, expresó a La Brújula 24 Matías Bergaz, el joven que este martes fue baleado en la cabeza mientras buscaba a su gata extraviada en el techo de inmuebles de calle San Martín al 800.

“Soy electricista, volvía de trabajar para la casa de mi patrón, que vive en San Martín al 800. Resulta que mi gata se había perdido, no la encontraba. La llamé y siendo las 14.30 subí al techo del vecino de mi patrón. Varias veces subí a ese techo para ayudarle al vecino con la limpieza de canaletas o el arreglo del flotante del tanque. Yo sentía llorar a la gata como si estuviera encerrada”, describió en la charla con “Nunca es tarde”.

Bergaz fue derivado esta tarde a sala común. Los primeros dos días de internación en el Hospital Municipal estuvo en terapia intensiva, con la preocupación que eso implicó para sus familiares y amigos, que estuvieron y siguen estando pendientes de la evolución. A nadie de su entorno le quedan dudas que es milagrosa la recuperación, ya que no sólo el proyectil no llegó a ingresar en su cabeza sino que tampoco cayó de altura luego de perder momentáneamente la visión.

“Tuve contacto visual con él (Eduardo Vaccaro); estaba en cuero, con lentes y un pantalón rayado. Por todas las cosas que escuché sobre su persona, como que mataba gatos o que disparaba al aire, yo me hacía mucho la película y no quería bajar a mirar si la gata estaba ahí. Quedé mirando para su casa con el presentimiento que me quería tender una emboscada”, indicó.

El joven manifestó que no tiene dudas de la autoría del agresor, que se encuentra detenido y acusado de tentativa de homicidio.

“Sentí el disparo y es obvio que venía de donde estaba él, me pegó en la cabeza. Debe ser un arma con mira porque es difícil embocarme justo en la cabeza. Se ve que el proyectil me rozó la frente y no me caí -aunque quedé ciego- porque conozco el techo. Por suerte estoy bien y la puedo contar, pero yo sé que el hombre me tiró a matar”, amplió.

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