Agujeros negros, uno de los grandes enigmas del universo

Por Juan Tucat, redacción de La Brújula 24 (@TucatJuan)

Sin lugar a dudas, es infinito lo que nos falta por saber. El camino recién ha comenzado.

En los últimos días, un equipo internacional de investigadores hizo un descubrimiento extraordinario: el agujero negro más antiguo que se haya observado hasta la fecha. Se trata de un objeto cósmico que se formó en los primeros albores del universo, unos 400 millones de años después del Big Bang.

Medios especializados refieren, y con justa razón, que hasta hace poco más de dos años eran muchísimos los enigmas cósmicos que permanecían velados para los astrónomos. Sin embargo, la llegada del telescopio espacial James Webb, una colaboración entre la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, ha marcado un hito significativo en la investigación.

Esta herramienta inauguró una nueva era en el estudio del cosmos, permitiendo a los científicos desentrañar los secretos más profundos del universo y así expandir nuestro entendimiento del vasto espacio que nos rodea.

Agujeros negros

Son vestigios fríos de estrellas antiguas, tan densos que ni siquiera la luz puede escapar de su poderosa fuerza gravitatoria. Mientras que muchas estrellas concluyen su ciclo de vida transformándose en enanas blancas o estrellas de neutrones, estos agujeros negros representan la etapa final en la evolución de gigantescas estrellas que fueron al menos de 10 a 15 veces más grandes que nuestro sol.

Estos fenómenos son uno de los temas más intrigantes tanto para investigadores como para el público en general. Debido a su naturaleza esquiva, los siguen siendo en gran medida un enigma, y constantemente se realizan nuevos estudios y descubrimientos.

Por ejemplo, a finales de marzo del año 2023, la Agencia Espacial Europea anunció que su misión Gaia había contribuido al descubrimiento de un nuevo tipo de agujero negro, del cual se habían encontrado dos evidencias. Estos resultaron ser los más cercanos a la Tierra que se conocían hasta el momento, ubicados a 1560 años luz.

Según el informe de “ESA”, varios telescopios habían explorado la zona sin encontrar ningún tipo de luz, lo que dejaba como única posibilidad la presencia estos agujeros.

Una palabra autorizada

La doctora en Astronomía, Cintia Peri, habló al respecto con el equipo de La Brújula 24. “Un agujero negro es un objeto que tiene muchísima masa concentrada en una región muy pequeña, para lo que son algunos objetos en el universo. Esto quiere decir que es un objeto muy compacto. Que tenga tanta masa comprimida hace que tenga influencia gravitatoria extremadamente intensa”, explicó la especialista.

“Hay distintos tipos de agujeros negros, pero todos coinciden en que ejercen un campo de gravedad muy intenso. Esto hace que perturbe el espacio-tiempo, lo cual se relaciona con su campo de gravedad”, apuntó. Y señaló que “a partir de la teoría de la relatividad general de Einstein se empezó a entender que las coordenadas del espacio y del tiempo están todas vinculadas en un mismo espacio matemático”.

“La gravedad es una fuerza atractiva, entonces algunas cosas, dependiendo la distancia con el agujero negro, van a ser atraídas con una gran fuerza”, expuso Peri.

Consultada respecto de lo que ocurre cuando algo ingresa al agujero negro, refirió que “no lo sabemos bien, pero un poco más afuera hay una lámina que se llama horizonte de eventos y todo lo que entra en esa zona, no vuelve a salir, incluso la luz. De esa región no recibimos ninguna señal”.

“Se puede observar el entorno y cómo está influyendo en un montón de cosas que tiene cerca. Por ejemplo, hay uno que se llama Supermasivo, que se encuentra en el centro de nuestra galaxia y hasta hace algunos años se le había estimado la masa al observar solo algunas estrellas moviéndose cerca de él. Eso hasta que en el 2022 se publicó la primera imagen del entorno”, añadió.

Cómo se calculan las distancias

“Las distancias son tan grandes en el espacio que, en vez de usar las medidas habituales que utilizamos en la Tierra, se aplican unidades que nos representan distancias mucho más grandes. Por ejemplo, hay que recordar que la luz tiene cierta velocidad, saliendo de un objeto tarda cierto tiempo en llegar a mis ojos o instrumento”, aseveró Peri.

Y añadió: “Después hay otra cosa más y es que el universo hoy se está expandiendo. Entonces hace muchísimos años lo que surgió en una región pequeña se fue alejando de nosotros, y lo más antiguo es lo que está más lejos. Y la distancia es tal que es equivale a medir la distancia con la edad que tiene ese objeto”.

¿Por qué es importante investigar los agujeros negros?

Investigar los agujeros negros, aunque pueda parecer un esfuerzo titánico debido a su naturaleza esquiva y a su incapacidad para ser vistos directamente, despierta un gran interés entre los astrofísicos por varias razones fundamentales.

En primer lugar, comprenderlos mejor, especialmente los supermasivos, puede arrojar luz sobre el origen y la evolución del universo. Estos enigmáticos objetos cósmicos, que distorsionan el tejido del tiempo y el espacio, son una pieza clave en el rompecabezas de la cosmología y la física fundamental.

Al estudiar su comportamiento y sus efectos gravitacionales extremos, los científicos pueden obtener información crucial sobre la naturaleza misma del universo en el que vivimos. Además, las imágenes de agujeros negros, aunque borrosas por las enormes distancias, ofrecen una ventana única para observar la gravedad en su manifestación más extrema.

Estudiar estos fenómenos nos permite explorar los límites de nuestra comprensión de la física, especialmente en lo que respecta a la gravedad, un campo que aún tiene muchos misterios por resolver.

“Que no te digan que el cielo es el límite cuando hay huellas en la luna” (Paul Brandt)

Escuchá la entrevista completa a Cintia Peri en el aire del programa “Nunca es Tarde”:

Con información de Telemundo y National Geografhic