Bioquímicos y farmacéuticos: el mismo crítico panorama post devaluación

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

El Dr. Omar Cerrone, presidente del Centro de Analistas Clínicos de Bahía Blanca, al hablar con esta redacción trazó un sombrío panorama de los laboratorios bioquímicos de todo el país. En particular de las 150 empresas que representan en el distrito -50 de ellos en esta ciudad-, Cerrone afirmó que el riesgo de cierre es concreto para el 99% de las empresas del sector. Describió la crítica situación que arrastran desde antes de las PASO, enfatizando el empeoramiento que tuvieron tras la devaluación que dispuso el Gobierno.

“El 80% de los insumos son importados. No tenemos precio en un montón de cosas y, cuando las empresas distribuidoras entregan, es con valores locos comparado con lo que era el día anterior a las PASO. Y no hay un solo control del Estado”, se quejó.

Planteó que es recurrente e histórico el inconveniente con las obras sociales, que en promedio pagan las prestaciones de sus afiliados a los 90 días. “Las que mejor pagan, que son el 10% del total, es dos meses después”, advirtió.

Cerrone, quien acredita varias décadas en el rubro, recordó que sorteó las crisis de la hiperinflación de 1989 y la del 2001, pero que ninguna de esas situaciones supera a la actual. “Hay análisis que cuestan menos que un alfajor, otros que valen una docena y otros 50 alfajores”, ilustró y agregó: “Nosotros brindamos un servicio. Si las obras sociales no reaccionan, sabiendo que tenemos razón, o cerramos o le trasladamos a los usuarios de los laboratorios la diferencia (se viene hablando de hacer un cobro extra por práctica de laboratorio)”, afirmó.

Desde los centros de analistas distritales y la Federación que los agrupa redactan y envían a los medios comunicados para advertir de la grave situación, pero las obras sociales y el propio Estado no atienden los reclamos, expresó. Dijo que en tanto los asociados responden en tiempo y forma a las paritarias de los trabajadores, pero aclaró que hay “grandes laboratorios que usan sus ahorros” para responder a los aumentos salariales.

Las empresas trabajan mayoritariamente con dólares, puesto que no sólo deben comprar insumos y equipamiento específico en esa moneda sino que el costo del mantenimiento también requieren de billetes estadounidenses. Si a eso se suma que las importaciones están cerradas, la situación se torna aún más compleja. “El 99% de los laboratorios corre riesgo de cierre. Antes de la crisis derivada de la devaluación, hubo afiliados que tuvieron una rentabilidad del 4%”, aseguró.

Cerrone dijo que, en condiciones como las actuales, en la Argentina peligran hasta las vocaciones de los futuros profesionales. “Mis hijos no quieren saber nada con ser analistas clínicos porque han visto las luchas, las amarguras”, culminó.

La situación de los farmacéuticos bahienses

A su turno habló con este medio Juan Perlotti, presidente Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, describió una situación en algún punto parecida a los analistas clínicos. “Lo que nos complejiza luego de la devaluación es el plazo de pago de las obras sociales, a 60 o 90 días, y muchas de ellas son estatales”, indicó.

Respecto de la reciente suba de los fármacos, Perlotti aclaró: “El precio lo fijan los laboratorios, no las farmacias. Desde el lunes (posterior a las PASO) hubo un aumento del 20% y desde ahí las farmacias tuvieron un desfasaje porque perdieron rentabilidad al reponer el stock”.

Explicó que el panorama en el sector también está tiznado de incertidumbre. “Hay acuerdo de palabra de dejar fijo los valores de los medicamentos hasta el 31 de octubre, pero no hay nada firmado”, explicó y consideró que ninguna crisis actual se asemeja a lo sucedido en 2001.

“Se vienen las paritarias de los empleados y los aumentos del costo de servicios y alquileres. No sé cómo van a hacer las farmacias más grandes para sortear el momento, ya que tienen una rentabilidad muy fina”, advirtió.