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Un nuevo estudio podría redefinir el tratamiento de la diabetes

Según la OMS, esta patología afecta a más de 400 millones de personas en el mundo, provocando 1.5 millones de muertes al año.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes “es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”. Esta patología afecta a unas 62 millones de personas en las Américas (422 millones en todo el mundo), siendo que la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos. Asimismo, según el máximo ente sanitario internacional, esta condición produce 1.5 millones de muertes al año en todo el planeta, de las cuales 244.084 son en el continente americano.

Las complicaciones asociadas a esta patología son diversas y, en muchos casos, pueden ser fatales. En ese sentido, un reciente estudio realizado por expertos estadounidenses reveló que un análisis de sangre podría predecir el riesgo de enfermedades cardíacas y renales en personas con diabetes.

Los investigadores -que publicaron sus hallazgos en la revista Circulation de la Asociación Americana del Corazón- se enfocaron en cuatro biomarcadores que pueden ser predictivos para el desarrollo de estos cuadros, especialmente, en los pacientes con diabetes tipo 2. Denominado como ensayo CREDENCE (Canagliflozina y Eventos Renales en Diabetes con Nefropatía Establecida: Evaluación Clínica), este trabajo también analizó el rol de un medicamento llamado “canagliflozina” y su interacción con estos indicadores.

James Januzzi, autor principal del estudio y profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, detalló: “Los altos niveles de ciertos biomarcadores son indicadores de complicaciones cardíacas y renales, y pueden ayudar a predecir el riesgo futuro de progresión de la enfermedad”. “El tratamiento con canagliflozina, que es un inhibidor del cotransportador de sodio y glucosa 2, redujo los niveles de biomarcadores y redujo el riesgo de hospitalización por insuficiencia cardíaca y otras complicaciones cardíacas en las personas con mayor riesgo”, explicó en diálogo con el medio británico Independent.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos evaluaron cuatro biomarcadores específicos (denominados como: NT-proBNP, troponina T cardiaca de alta sensibilidad, factor de diferenciación de crecimiento-15 e IGFBP7) de 2627 participantes en los Estados Unidos. Los resultados mostraron que las concentraciones promedio de estos biomarcadores estaban elevadas en los participantes al inicio del estudio.

Además, examinaron los efectos de la canagliflozina en las concentraciones de estos biomarcadores en tres ocasiones: al inicio del estudio, 12 meses después y al tercer año. De este modo, analizaron en estas estadías diferentes niveles de complicaciones y riesgo de muerte debido a enfermedades renales o cardíacas.

Los pacientes se clasificaron en niveles de riesgo: bajo, medio y alto. Los de mayor peligro presentaron incrementos notables en insuficiencia renal progresiva y complicaciones cardiovasculares durante los tres años que se extendió el ensayo. Según los hallazgos, las elevadas concentraciones de cada biomarcador al inicio del estudio anticiparon la gravedad de sus afecciones cardíacas y renales.

Después de 12 meses, “se midieron las concentraciones de NT-proBNP (péptido natriurético tipo B terminal N-pro), troponina T cardíaca de alta sensibilidad, factor de diferenciación de crecimiento-15 e IGFBP7 (proteína de unión al factor de crecimiento similar a la insulina 7)”, según advierten en el trabajo, y se detectó que los niveles de los biomarcadores en los participantes que tomaron la medicación aumentaron entre un 3% y un 10%; mientras que, en contrapartida, hubo un aumento de entre el 6% y el 29% en quienes no la recibieron.

“Fue tranquilizador descubrir que la canagliflozina ayudó a reducir más los riesgos en las personas con mayores probabilidades de complicaciones. De todos modos, se necesitan estudios futuros para comprender mejor cómo se desarrolla y progresa la diabetes tipo 2 junto con la enfermedad renal para que podamos iniciar terapias que salvan vidas antes, antes de que se presenten los síntomas de la enfermedad cardíaca y renal”, dijo Januzzi al medio británico.

Y sumó: “Dado que la Asociación Estadounidense del Corazón, el Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación Estadounidense de Diabetes ahora recomiendan la medición de biomarcadores para mejorar la capacidad de predecir el riesgo en personas con diabetes tipo 2, estos resultados pueden ampliar considerablemente el alcance de las pruebas basadas en biomarcadores, refinar precisión aún más”.

Fuente: LB24 / Infobae.

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