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palabra de un especialista

Cómo actuar cuando una persona sufre una convulsión

El neurólogo Ramiro Linares explica cómo se debe proceder para evitar lesiones.

Este miércoles la ciudad fue testigo de un episodio que involucró a un conductor de un colectivo que actuó rápidamente para llevar a un niño que sufría una convulsión. Alteró su recorrido y logró trasladar a un nene de un año al Hospital Penna.

La reacción del chofer fue la adecuada para este tipo de emergencias, según lo expresó el neurólogo y columnista de La Brújula 24, Ramiro Linares, pues en casos donde se desconoce si es se trata de un paciente epiléptico o si es la primera vez que tiene un episodio de ese tipo lo primero es el traslado para recibir atención médica.

El especialista detalló que, aunque suene difícil, lo principal es mantener la calma ante esta situación y saber que no se puede hacer nada para que terminen los movimientos de la persona, pues es un episodio que se autorregula y así como inicia espontáneamente, culmina.

Linares empezó por aclarar un mito: “La lengua no se va para atrás. La persona no se traga la lengua ni se ahoga con ella”. En ese sentido, recomendó no introducir los dedos en la boca de la persona mientras ocurre la convulsión porque se corre el riesgo de lesiones.

El neurólogo dijo que cuando una persona tiene una convulsión la primera manera de ayudar es evitando que se golpee: “A veces no vamos a poder porque el inicio de la convulsión va a llevar a que se desplome, pero si vemos que está empezando, lo primero que hay que hacer es que esté lo más cerca del piso, que se siente o se acueste”.

Lo siguiente sería observar si vomita y en ese caso habría que poner a la persona de lado para evitar que se ahogue con el vómito. Es normal que le salga espuma por la boca, pero eso no representa peligro.

Linares explicó que tampoco debe alarmar que “la persona no respira cuando empieza la convulsión. Se pone gris o la piel violeta, porque hay una falta de oxigeno por un instante que no lo afecta”.

Las razones que pueden desatar una convulsión son múltiples y por ello, si la persona no es paciente epiléptica lo urgente es llevarlo a un centro de atención, pues puede ser el primer síntoma de un ACV hemorrágico.

“Puede haber distintos disparadores: un traumatismo de cráneo en el momento del golpe, un paciente por meningitis, un ACV, una intoxicación, algún trastorno relacionado con deshidratación, la falta de sueño, el uso de drogas, el consumo de alcohol”, enumeró Linares.

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