La historia de Gustavo Ezequiel Arrieta, “Maikel”
Su discapacidad visual lo impulsó a convertirse en un influencer motivacional
Oriundo de General San Martín, La Pampa, y bahiense por adopción, crea contenidos motivaciones a través de su Instagram @medicenmaikel. Tiene 134 mil seguidores. “Siento que la gente me hizo un lugar en su mente y su corazón”.
Por Cecilia Corradetti / [email protected] / Especial para La Brújula24
Ni por asomo, Gustavo Ezequiel Arrieta (32), conocido en sus redes como “Maikel”, imaginó tener nada menos que 134 mil seguidores en su Instagram @medicenmaikel, donde se presenta como orador motivacional y coach.
Claro que su carrera artística la inició en su General San Martín, La Pampa, nada menos que a sus dos años de vida, cuando pidió un micrófono y no había quién lo frenara. Hoy, convertido en influencer motivacional, confiesa, en un diálogo profundo y conmovedor con La Brújula 24, que aceptarse fue un proceso largo y doloroso.
Maikel padece una disminución visual severa heredada de sus antepasados. Sus dos hermanos también tienen el mismo diagnóstico, denominado atrofia bilateral del nervio óptico.
“Mis dos ojos son sanos, más allá del desgaste; el problema es mi nervio óptico, que pierde información al llevarlo al cerebro”, explica hoy, con naturalidad. Sin embargo, nada fue fácil en su vida. Cuando tenía 8 años sus padres decidieron mudarse a Bahía Blanca para que recibiera educación especial. Así, además de tratarse con los mejores especialistas, comenzó a concurrir --a contraturno de la escuela común-- a la N° 507, para disminuidos visuales.
“Vivo con menos del tres por ciento de la visión y crecer con esto en su momento fue difícil, más que nada por la aceptación propia. Mi familia fue siempre muy amorosa y soy la tercera generación con este diagnóstico”, resume y señala: “Siempre quise dar más; deseaba fervientemente que mi condición no se notara y eso me generó una migraña crónica. Vivía exigiéndome, al punto de estudiar de memoria dónde estaba cada escalón, cada obstáculo. La gente me decía que no se notaba, pero yo seguía luchando”.
“Siempre deseaba más y más. Quería tener todo calculado, ejercer un control sobre las cosas y eso se traducía en enojo, estrés y frustración”, enumera.
Concluye: “Creo que el coraje me llevó a este presente”.
--Maikel ¿Qué fue lo que cambió en vos para poder modificar esa sensación tan dolorosa?
--Hoy vivo lleno de gratitud y creo que el haberme desarrollado a través del arte y la comunicación permitió que pudiera superarme. El coraje y la fuerza de voluntad que uno desarrolla cuando crece en medio de limitaciones de este tipo, y el no aceptar un “No” como respuesta, terminaron favoreciéndome.
--¿El enojo se transformó?
--Definitivamente. Se convirtió en fuerza. Pero, claro, pasó mucho tiempo.
--¿Qué mensajes mostrás en tus contenidos y cómo alcanzaste tantos seguidores?
--La actividad que desarrollo es una rama, una mutación de lo que hago desde muy pequeño: expresión, escritura, arte. Surgió desde muy chico cuando pedí un micrófono. Con el tiempo recuerdo que siempre me acompañaba un cuaderno en el que escribía ideas, cuentos. Más de adolescente me volqué a la poesía y luego a la música, al rap. Esto último me dio esa habilidad de transmitir emociones. Durante la cuarentena sentí que me encontré conmigo mismo, pude verme, escribir diferente, meditar, involucrarme con el lado más espiritual de esa vida que me daba tanto enojo.
--¿Qué sentís que lograste?
-- Paz, gratitud, aceptación. Encontré un lugar que me impulsa a transmitir paz al mundo. Todo esto lo adapté a videos y lo subí a mi Instagram personal. Sentí que esto significaba desafiarme a buscar el destello que tanto tiempo había ocultado.
--¿Cómo fue que tus contenidos se hicieron virales?
--Fue un proceso largo en el que comencé a sumar seguidores. Cada vez eran más mensajes, más personas, más comentarios… me di cuenta de que podía influenciar a la gente a sentirse mejor, a ir detrás de sus sueños. Siento que me convertí en un influencer de la motivación.
--¿Qué temáticas abordás?
--Tienen una base filosófica y del autoconocimiento. Hablo de mí y siento que se refleja en los demás. Lo que siento, lo que pienso; aprender a disfrutar de esta vida con lo que es, aquí y ahora; ir por lo que quiero. La felicidad es una decisión. Ojo, no hablo de construir castillos en el aire, sino del mundo real y de la necesidad de frenar, descubrirse, destinar momentos a apagar la televisión, el dispositivo digital y quedarte un rato con vos mismo para ver tu mundo interno.
--¿Cómo es la reacción del público?
--Extremadamente positiva. La gente me hizo un lugar en su mente y en su corazón, por eso me siento infinitamente agradecido. Siempre fue mi deseo ser escuchado y hoy, haberlo logrado, es un milagro.
--¿Qué sentís que has logrado?
--Que la gente me acepte. Que me haya transformado en vocero de una generación de personas que utiliza mi voz para decir lo que también siente. No puedo creer que esto haya sucedido. Me siento orgulloso y feliz de tener esta oportunidad de servir a mi comunidad.
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