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Cómo sigue la investigación por el crimen de Romero Miranda

Se comprobó que la camioneta estuvo en movimiento hasta el lunes a la noche. Previamente, la víctima dejó a su hija en el Jardín de Infantes.

Foto cortesía de Télam

A la espera de poder reunir novedades de relevancia, la Fiscalía 5 de Bahía Blanca continúa investigando el asesinato de Juan Ramón Romero Miranda, el sujeto implicado en causas de narcotráfico y prostitución que fue ejecutado de un balazo en la cabeza y abandonado en la caja de su camioneta, en una obra en construcción del barrio Villa Buenos Aires.

Ayer en el marco de la misma causa, al cabo de un allanamiento en el domicilio de la víctima sito en la calle Punta Alta al 2100, la policía secuestró un kilo de cocaína, un millón de pesos y un arma de fuego calibre 9mm. que había sido robada en el año 2017 a un efectivo policial de Coronel Dorrego.

El cuerpo de Romero Miranda fue encontrado en la caja de una camioneta estacionada –no visible desde la calle- en Pilcaniyén al 800, envuelto en una bolsa negra y con una herida de bala en la cabeza. La autopsia reveló que el disparo fue realizado a poca distancia.

Esa circunstancia no es la única que permite abonar la posibilidad de un crimen con sello mafioso. Otro dato que se suma a esa sospecha pasa por el calibre del arma que se empleó para perpetrar el homicidio. Si bien no se logró determinar el grosor de la bala porque el proyectil quedó fragmentado, se cree que es de un calibre bajo.

Conocido con el apodo de “El Mendocino”, el sujeto fue acusado en su momento de regentear un prostíbulo de unas 25 mujeres, de integrar la banda de Juan Ignacio Suris y como posible autor del asesinato de Pedro Cajaravilla, a partir del aporte de un testigo de identidad reservada que lo vinculó con ese hecho.

De acuerdo con los datos que pudo recabar la redacción de LA BRÚJULA 24, la hipótesis que mayor robustez adquirió inicialmente es la que vincula el homicidio de Romero Miranda con el tráfico de estupefacientes.

Mientras tanto se trabaja en la reconstrucción de las últimas horas de “El Mendocino”. Así, se determinó que la última vez que lo vieron con vida fue cuando dejó a su pequeña hija en el Jardín de Infantes al que concurre la menor.

También y con la ayuda de instrumental tecnológico, se certificó que la camioneta propiedad de la víctima estuvo “en movimiento” hasta la noche del lunes.

Se intenta determinar dónde y quiénes (en caso de ser más de uno) lo abordaron, para mantenerlo privado de la libertad hasta fusilarlo.

Es probable que el asesinato haya sido ejecutado en otro lugar, ya que los vecinos que tienen domicilio cerca de la obra en construcción de calle Pilcaniyén no escucharon detonaciones de arma de fuego.

En principio son dos los vehículos investigados, uno de los cuales se marchó una vez que la camioneta estaba en el lugar donde luego la halló la policía. Para analizar estas cuestiones, se pidieron los registros fílmicos de cámaras tanto públicas como privadas.

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