Al momento de la detención le secuestraron el aparato que usaba para abrir las puertas sin necesidad de forzarlas y un handy con frecuencia policial.
Saltó un paredón de dos metros para entrar a una carnicería y cargó todo en un carrito, pero la policía lo atrapó a los pocos metros.
Un vecino del sector los vio y alertó a la policía. Tienen 14 y 15 años.