Verano extremo: riesgos y cuidados ante olas de calor

Por Juan Tucat, redacción de La Brújula 24 (@tucatjuan)

Organismos nacionales e internacionales advierten que el verano 2023/24 se perfila como uno de los más cálidos registrados hasta la fecha. Según la Organización Meteorológica Mundial, el establecimiento de récords de temperatura se atribuye al cambio climático inducido por las actividades humanas, que generan las emisiones de gases contaminantes, y también al fenómeno de El Niño.

De hecho, en los próximos tres meses se anticipa que gran parte del país experimentará temperaturas superiores al promedio, posibles olas de calor y fenómenos extremos con impactos significativos en la salud humana.

¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?

Se define así al aumento de la temperatura corporal –golpe térmico– que produce una disfunción orgánica múltiple, que debe ser tratada de manera inmediata y adecuada para evitar mayores inconvenientes.

Por ello es fundamental reconocer los síntomas y poder realizar un diagnóstico precoz:

• Enrojecimiento y calentamiento de la piel, sin sudor
• Pulso acelerado (taquicardia)
• Estado nauseoso
• Cefaleas
•  Fiebre elevada (alrededor de 40° C)
• Estado de letargo, cansancio y debilidad
• Alteración de la conciencia

Cómo mitigar los efectos de las olas de calor

Un largo periodo de temperaturas muy altas puede tener efectos significativos en la salud, particularmente para los grupos de riesgo como niños y adultos mayores de 65 años con enfermedades crónicas.

Los impactos de este fenómeno pueden abarcar desde deshidratación y golpes de calor hasta complicaciones más graves, incluso con un aumento potencial de la mortalidad.

Por ello, el Ministerio de Salud de la Nación insta a extremar las precauciones, especialmente para personas mayores, bebés, niños, mujeres embarazadas y en lactancia, individuos con enfermedades crónicas o sobrepeso, aquellos expuestos al calor en su entorno laboral, personas en situación de calle y aquellos que puedan considerarse más vulnerables a los efectos de la ola de calor.

En este contexto, se enfatizan precauciones específicas dependiendo de la situación.

• Para ambientes cerrados, como el hogar o el lugar de trabajo, se aconseja mantener una adecuada hidratación, consumir agua con mayor frecuencia (incluso si no se siente sed), y optar por agua segura.

• Se recomienda evitar bebidas con cafeína o alto contenido de azúcar. Además, se aconseja moderar la ingesta de comidas abundantes, así como realización de actividad física intensa.

• En entornos al aire libre, se sugiere evitar la exposición directa al sol durante las horas más cálidas del día (de 10 a 16 horas), especialmente para bebés y niños pequeños. Y se destaca la importancia de utilizar protección solar, mantenerse hidratado y consumir agua segura con mayor frecuencia, incluso en ausencia de sed.

• Prestar especial atención a signos como sed intensa, sequedad bucal, temperatura corporal superior a 39º C, sudoración excesiva, sensación de sofoco, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, y dolores de cabeza.

• En el caso de niños, ofrecer líquidos continuamente, preferentemente agua o jugos naturales, sin esperar a que lo pidan. Para lactantes, se recomienda incrementar la frecuencia de la lactancia.

• Utilizar ropa holgada, liviana, de algodón y en colores claros, además de bañarlos o mojarles el cuerpo con regularidad.

• Evitar la exposición al sol, especialmente entre las 10 y las 16 horas, así como proporcionar protección solar, gorro y mantenerlos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado.

• Para adultos mayores, se aconseja evitar salir a la calle sin compañía durante la ola de calor. En caso de sentir mareos o afectaciones severas debido a las altas temperaturas, abstenerse de salir al exterior.

Al respecto, el doctor Jorge Draghi, especialista en neumonología y habitual columnista del programa “Bahía Hoy”, emitido a diario por La Brújula 24, remarcó que “podríamos definir los efectos de un golpe de calor en tres etapas: una previa que es el cansancio, es cuando uno está decaído, con fatiga, dolores musculares y muy sudoroso”.

“En los chicos, por ejemplo, se puede ver la piel más blanca y mucha sudoración”, contó.

Y detalló: “Insolación en los chicos se da cuando no quieren comer, tienen la piel seca y colorada. Para los adultos, además, puede haber vértigo, dolores de cabeza, musculares, la boca seca, desorientación y hasta desmayos”.

“Lo que hay que hacer, primero, es llevar a la persona a lugares frescos y sacarle la ropa si hace mucho calor. Pero es fundamental no solamente darle agua, es bueno mojarle la ropa también hasta que llegue el personal médico, para compensar de esa manera la temperatura corporal. Y darle líquido si está consciente mientras se espera al médico”.

El calor y las comidas

Analía Belén Lofrano, médica especialista en Nutrición, Obesidad y Diabetes, plasmó en contacto con este medio que “lo más importante siempre es mantener la hidratación en días de calor, el consumo de agua fresca y de origen seguro. En su defecto, se hierve y se le pone unas gotitas de lavandina. El consumo de entre un litro y medio y dos por día es un estándar universal. 

“Siempre las frutas y verduras se reomiendan como lo más importante, porque además de ser frescas, tienen las vitaminas fundamentales para esta época del año”, manifestó.

Y resaltó, además, que “es importante respetar las cuatro comidas y no hacer ayunos prolongados. La digestión es un proceso que lleva su gasto energético y es fundamental hacerlo tranquilo y relajado. La idea es que hay que respetar los tiempos”. Y hay que evitar grandes cantidades de comidas siempre, no solo por el calor, comer porciones chicas y de manera frecuente”.

Entrenamiento en épocas de calor intenso

La Clínica Mayo recomienda tomar estos recaudos cuando se entrena en días de calor:

1. Observe la temperatura. Consulte los pronósticos del tiempo y las alertas de calor antes de comenzar su entrenamiento al aire libre para saber la temperatura pronosticada. Si le preocupa el calor o la humedad, quédese adentro. Haga ejercicio en el gimnasio, realice caminatas o suba escaleras dentro de un edificio con aire acondicionado.
2. Comience de a poco. Si acostumbra a hacer ejercicio adentro o en un clima más fresco, o si es reciente en su entrenamiento o no está en su mejor estado físico, sea sumamente prudente cuando haga ejercicio en época de calor. Empiece de a poco y tome muchos descansos. Aumente gradualmente la duración y la intensidad de su ejercicio en el transcurso de una semana o más.
3. Tome mucha agua. No espere a tener sed. Ayude a que su cuerpo transpire y se enfríe tomando agua con frecuencia.
4. Vístase adecuadamente para la ocasión. Use ropa ligera, de colores claros, holgada para ayudar a que la transpiración se evapore y a preservar la frescura. Si es posible, use un sombrero de color claro y de ala ancha.
5. Respete el sol. Haga ejercicio por la mañana o por la noche, cuando probablemente esté más fresco. Trate de hacer ejercicio en lugares con sombra. Use un bloqueador solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar SPF al menos de 30, y vuelva a aplicarlo al menos cada 2 horas o después de transpirar. Las quemaduras de sol disminuyen la capacidad del cuerpo para enfriarse y aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
6. Aplique un sistema de amigos. Haga ejercicio con un amigo para que puedan observar si hay señales de problemas. Obtenga ayuda si tiene calambres, náuseas, fatiga, dolor de cabeza, sudoración profusa, mareos, confusión, irritabilidad o problemas de visión.  Estos pueden ser signos de una afección relacionada con el calor.
7. Si es necesario consulte a un médico. Determinadas condiciones médicas o medicamentos pueden aumentar su riesgo de presentar una afección relacionada con el calor. Hable con su médico sobre las precauciones que deberá tomar.

Con información de Infobae / Ministerio de Salud / redacción de La Brújula 24