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Es ciego, acude a diálisis y encontró en la música un verdadero refugio

Entusiasmado por su próximo show junto a la banda Verde Vibración, que será el próximo sábado 16 de septiembre en la Fiesta de la Primavera del Parque de Mayo, Fabián Molina repasó su historia y habló de sus sueños. La banda será telonera de Nonpalidece.

"Soy ciego pero no me quedé con eso", señala Fabián Molina, voz y guitarra de Verde Vibración

Por Cecilia Corradetti / [email protected] / Especial para La Brújula24

Fabián Molina tiene 40 años y se crio en el seno de una familia humilde en el barrio Luján. Su salud lo puso a prueba desde que era un bebé, cuando aparecieron los primeros tumores en su riñón y, desde entonces, siguió dando batalla a cada obstáculo con una actitud que sorprende y el convencimiento de que el arte, en gran parte, lo sacaría adelante.

Hijo de Néstor y de Rosa, Fabián, que es papá de Benjamín, de 13 años, cumplió la primaria en la Escuela 78. Su veta artística surgió de muy chico, cuando sus dibujos y sus historias de cómics dejaban asombrados a todos. Todavía recuerda las largas horas que solía refugiarse en sus dibujos ya que gran parte del día transcurría de consultorio en consultorio y con largos tratamientos de quimioterapia.

La música no entraría a su vida sino algunos años más tarde, cuando comenzó a asistir a una academia de baile con la excusa de bajar de peso. Aprendió salsa, tango, brasilero y baile cubano.

“La música se metió en mi vida de esa manera. Además, estudiaba instrumentos de forma autodidacta”, señala. Previamente, apenas terminó el secundario estudió Artes Visuales y Teatro.

Una enfermedad degenerativa en el nervio óptico lo dejó totalmente ciego a los 28 años. Aclara que sus ojos funcionan a la perfección, aunque lo que falla es un “cable” que pasa la información al cerebro.

“Soy diabético de toda la vida y el proceso fue duro, pero elegí no quedarme con eso. La ceguera total se desencadenó en solo dos días, me sentí descompuesto y mareado y, finalmente, ya no pude ver”, recuerda. El rostro de su hijo lo conserva intacto en su mente y asegura que es idéntico a su papá.

A su condición desde los últimos 12 años Fabián suma la diálisis en forma rigurosa los días lunes, miércoles y viernes de 6 a 11 de la mañana. “Es porque me operaron de un riñón y el que me quedó está desgastado”, aclara con naturalidad. Así, conectado a un cable, en un sillón, transcurre buena parte de su vida.

“Lo acepto, no siento que sea tiempo perdido. Escucho audiolibros, canciones y ensayos…”, enumera.

La veta de cantante, siempre junto a su guitarra, comenzó a atraparlo cada vez más.

“Lamentablemente, por mi ceguera muy poco pude desarrollar en el campo de las Artes Visuales, era difícil incursionar en la docencia. Por eso cada vez me fui animando a cantar más, creo que soy bueno y que afino. Me presenté como solista en algunos bares y así empecé, con algo de rock nacional, cumbia, melódico y cancionero popular”, rememora.

Verde Vibracion. Fabián Molina, en el centro, voz y guitarra. A la izquierda, Pablo Montero, trompeta y coros. Derecha, Juanma Pianessi, percusión, y Mauro Costa, bajo. Arriba, a la izquierda, Juan Pablo Corradetti, batería, y Maxi Rochón, teclado.

El inicio de la banda Verde Vibración

Verde Vibración es su banda bahiense de reggae que se formó en 2013. Su sonido tiene influencias que van del hip hop, funk y soul, hasta el folclore latinoamericano.

Luego de recorrer el circuito de la ciudad, la zona y Uruguay, el grupo grabó en 2015 su primer material discográfico con 11 temas. Poco después sacó su segundo CD.

Sus integrantes son Mauri Costa (bajo); Juan Pablo Corradetti (batería), Maxi Rochón (teclado), Pablo Montero (trompeta) y Juanma Pianessi en efectos especiales y procesamiento del sonido. Siembre con la voz de Fabián.

““”Estamos muy entusiasmados con la próxima presentación, el sábado 16 de septiembre en el Parque de Mayo, durante los festejos por el Día de la Primavera que organiza el municipio”, cuenta, para señalar que serán teloneros de Nonpalidece.

“Estamos consolidados y seguimos avanzando a paso firme. No es fácil insertarse en este mundo y, por otro lado, cada integrante tiene sus proyectos aparte. Hemos pagado el derecho de piso y con el transcurso de los años algunos músicos fueron cambiando, pero aquí estamos, siempre para adelante”, señala.

El sábado 16 es una fecha “importantísima” para Verde Vibración. “Es un desafío y estamos preparados”, concluye Fabián.

“La música me sacó de lugares equivocados”

“¿Qué es la música para mí? Un refugio, me sacó adelante, me salvó de estar en lugares equivocados. Mi sueño es hacerme un lugar en este mundo, consolidarme aún más y tocar en Japón”, confiesa y ríe.

“Sí, a Japón, porque siempre pienso en su tecnología, sus facilidades técnicas, los rayos láser, robots y pantallas gigantes. Cosas que acá no se pueden lograr”, reitera.

–¿Sentiste discriminación a lo largo de tu vida?

–Tal vez sí en algunos aspectos, pero no a causa de mi condición de no vidente. El común de la gente es muy atento, amable, solidario. Eso sí: la ciudad, definitivamente, no está preparada para este tipo de discapacidad.

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