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Djokovic ganó Roland Garros, llegó a 23 Grand Slams y será N°1

El serbio venció 7-6, 6-3 y 7-5 a Casper Ruud y se consagró en la arcilla de París. Superó a Rafa en Majors y volverá a la cima del ranking.

En la Philippe Chatrier de París, Novak Djokovic demostró su dominio absoluto al superar con facilidad al noruego Casper Ruud en la final de Roland Garros. Con un marcador de 7-6, 6-3 y 7-5, Djokovic aseguró su título número 23 de Grand Slam, dejando atrás los 22 títulos de Rafa Nadal y regresando al puesto número uno del ranking ATP.

Previo al torneo, Djokovic había tenido una gira de polvo de ladrillo para el olvido. En el Masters 1000 de Monte Carlo, fue eliminado en octavos de final por el italiano Lorenzo Musetti. No participó en Madrid y en Roma fue derrotado en los cuartos de final por el danés Holger Rune.

Sin embargo, en París, llegó al partido decisivo sin mayores dificultades: venció a Aleksandar Kovacevic (3-0), Marton Fucsovics (3-0), Alejandro Davidovich Fokina (3-0), Juan Pablo Varillas (3-0) y a Karen Khachanov (3-1), y se enfrentó a un Alcaraz con calambres en las semifinales (3-1).

Por su parte, Ruud tuvo un destacado desempeño en su camino hacia la final, eliminando a rivales como Nicolás Jarry, Rune y Aleksander Zverev. Sin embargo, se encontró con un Djokovic implacable durante las 3 horas y 13 minutos que duró la batalla. El serbio dejó prácticamente sin posibilidades al noruego.

A medida que avanzaba el partido, Djokovic mantuvo un impresionante porcentaje de primeros servicios (79%) y de puntos ganados con el primer saque (71%), lo que le permitió quebrar en el 2-4 y llevar el primer set al tiebreak, donde dominó con un contundente 7-1. Con el primer set en su bolsillo, Djokovic continuó su juego impecable.

En el segundo set, Djokovic redujo considerablemente la cantidad de errores no forzados y aumentó al 88% el porcentaje de puntos ganados con el primer servicio. Además, propuso a Ruud un juego de largos rallies con el objetivo de cansarlo y aprovechar los errores no forzados. Con un quiebre al inicio, selló el set con un 6-3, acercándose a la gloria.

En el tercer set, Ruud mostró solidez en su servicio, especialmente al final del set, pero Djokovic no bajó su rendimiento. Siguió utilizando su primer saque como un arma determinante y sus devoluciones profundas para incomodar a Casper. En el 5-5, quebró el saque de Ruud y solo necesitó cerrar el partido con un sólido juego de servicio en un justo 7-5. Una victoria totalmente merecida y histórica.

Fuente: Olé

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