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mentiras vs expediente

Caso Facundo: el show debe continuar

La querella ensayó una nueva hipótesis. Punto por punto, La Brújula 24 desarma el nuevo relato.

Por equipo de investigación @labrujula24

Nada más perverso que usar la muerte de una persona para causas políticas o económicas.

Nada más perverso que manosear, en beneficio propio, la memoria de un joven fallecido.

En el Caso Facundo la ficción fue siempre una constante. Y aunque la gran mayoría haya descubierto la trama, hasta hoy se intentan sumar escenas -por cierto, ridículas- a la telenovela.

En tiempos de redes sociales, donde es moneda corriente que la verdad se confunda con fakes news, algunos aprovechan e intentan seguir colando falsedades. Es lamentable pero inevitable que desprevenidos y/o interesados repliquen versiones no chequeadas. Lo grave es cuando, quien repite sin chequear es un medio de comunicación o un periodista. Hablar u opinar de una causa judicial sin siquiera haber leído una foja o un informe es más que simple irresponsabilidad. Para alguien que se precie de “profesional”, repetir como loro un relato que nada tiene que ver con la realidad no puede ser ingenuo.

En las últimas horas un portal de noticias hizo propia la ficción construida en estos últimos años. En el inicio de la famosa Causa Facundo el no chequeo de información fue una constante, sin embargo, cuando las mentiras se volvieron insostenibles, muchos medios y periodistas no eligieron revelar la verdad, sino que optaron por borrarse y olvidarse del asunto. De todas maneras, el público siempre toma nota.

La última versión

En los últimos días, desde la querella ensayaron una nueva teoría del caso y van… Como sabemos, las versiones fueron cambiando a lo largo de estos casi tres años. Casi todas fueron trasmutando y derrumbándose por contradictorias en sí mismas y, obviamente, por no tener ningún anclaje en la evidencia real.

Esta vez, por causas de fuerza mayor públicamente conocidas, sale de la escena protagónica el plantador de pruebas Marcos Herrero. El peritrucho enfrentará un largo camino de investigaciones penales en su contra por haber hecho todo tipo de desastres en cuanta causa participó. El primer turno será en marzo en Mendoza: donde cometió fraudulentas maniobras para ensuciar gente inocente en un resonante caso.

En la Causa Facundo, el último bulo que se había escuchado lo había introducido el letrado asesor del ente estatal Corfo Luciano Peretto, que sacó de la galera la teoría del asalto. Dijo que “a Facundo le faltaron 10 mil pesos de la mochila” y que “su ropa estaba quemada con ácido”. Obvio que está probado que el chico no tenía ni para comer y llevaba sólo 50 pesos ese día. Y que nunca hubo ácido en contacto con el cadáver de Facundo. Mucho Netflix.

Desde la misma querella, ahora llegó una nueva teoría. El otro abogado -llamado Leandro Aparicio-, lanzó la versión final de lo sucedido. Lo hizo en declaraciones al portal capitalino Big Bang News.

A continuación, la hipótesis lanzada al aire y, más abajo, línea por línea y enumeradas el contraste con el expediente y las pruebas reales. Lectores pasen, lean y saquen sus propias conclusiones:

Versión de la querella:

“Facundo fue demorado en Buratovich y fue liberado cuando la madre llamó (1). Se fue caminando de la comisaría hasta la ruta (2). Después lo mandaron a Sosa, que fue quien lo había detenido. Lo subió al patrullero, lo golpeó y lo tiró en Origone (3), donde lo vieron tres testigos (4). Después fue encontrado tirado por un matrimonio que pasaba por Origone (5). Ahí es que llaman al policía González (6), que va, lo levanta y lo carga en la camioneta (7). No sabemos si González lo encontró muerto (8) o si lo terminaron de rematar en la comisaría (9), no tenemos la precisión, pero tampoco la necesitamos para imputarles la desaparición forzada de persona”. Y agregó que “se pidieron distintos informes que van en la sintonía de acreditar que en el lugar donde se encontró a Facundo es imposible ahogarse (10)”.

El expediente:

1) Facundo no fue “liberado” por el llamado de su madre. Se acreditó que fue la propia policía la que concurrió -personalmente- a informarle a la señora Cristina Castro que a su hijo lo habían infraccionado por violar la cuarentena en el acceso a Buratovich. (Digresión de sentido común: En qué cabeza cabe pensar que si lo estaban torturando/desapareciendo iban a alertarle a la madre).

Yendo a las pruebas. La comunicación entre Castro y su hijo fue a las 13.33 del 30 de abril. La mujer insulta a Facundo porque le incomodaba ante su patrona que la policía hubiese ido a la Shell donde trabajaba.

Aquella comunicación duró poco. Después del insulto de Castro, Facundo respondió: “Mamá no te preocupes, que no me vas a ver nunca más” y cortó. Inmediatamente después la bloqueó del WhatsApp. Así lo describió la señora Castro en su declaración.

2) Facundo no estuvo en la comisaría de Buratovich. No hay una sola prueba que así lo indique. Nada. Todo humo. Intentaron hacer creer esa circunstancia con el accionar del peritrucho Herrero, que en una inspección dijo que su perro había encontrado el cierre de la mochila de Facundo en la parrilla de la seccional. Mentira desbaratada al instante por la Policía Federal, que estaba a cargo de la requisa. Sin embargo, sí se logró el otro objetivo que siempre se persiguió en el caso: instalarlo mediáticamente.

3) La querella dice que el mismo policía que supuestamente lo detuvo (ya vimos que no lo detuvo, sino que lo infraccionó) lo mandó a caminar desde la comisaría de Buratovich (que nunca pisó) a la ruta para luego ir a buscarlo -otra vez- para “golpearlo y tirarlo en Origone”. Además de rebuscado el planteo y de ir contra de un razonamiento lógico, el GPS de los patrulleros -llamado técnicamente AVL- no los ayuda a sostener esa teoría. Aquel día ningún patrullero de Buratovich llegó hasta Origone.

4) No se entiende a que se refiere con lo de los tres testigos que dicen ver a Facundo en Origone. Si se refiere a los testigos presentados por ellos mismos, es decir la querella; en sus declaraciones -llenas de mentiras- ni siquiera aportan a esta nueva versión, ya que dijeron haber visto a un chico parecido a Facundo pasando Buratovich. Nunca Origone.

5) En efecto, en Origone un matrimonio -empleados rurales- ven a Facundo al costado de la ruta. No lo encuentran tirado como se plantea. Lo ven sentado y llaman al delegado del pueblo

para que le avise a la policía de la situación. Nunca dijeron que se trataba de un chico herido ni nada que se le parezca. Todo está declarado en el expediente. Además, concuerdan los horarios de las llamadas. Otra respuesta que aporta la lógica: si esta familia que pasaba por la ruta hubiese visto a un chico moribundo, hubiera bajado a ayudarlo o llamaba a un servicio médico. Nada de eso existió porque no lo vieron en esas condiciones.

6) El delegado de Origone llama por teléfono al policía González y le advierte que había un chico solo en la ruta. González va con su patrullero. Esto está acreditado por los testimonios y por el entrecruzamiento de las llamadas y los horarios del GPS del patrullero, que sale desde el destacamento del pueblo hacia la ruta inmediatamente después del aviso de los vecinos.

7) González no carga nada. González identifica a Facundo, le dice que no podía circular por la cuarentena y le informa que lo va a infraccionar. Facundo le responde que ya lo habían multado en Buratovich y entonces el uniformado se comunica con un superior para saber qué hacía. Finalmente, sólo es identificado (sus datos quedaron en la libreta del efectivo). Luego, esta misma secuencia le relataría Facundo a la productora rural que lo llevó en su camioneta.

8) Más disparates. ¿Si lo hubiese encontrado muerto, se hacía cargo sin saber que pasó y lo hace desaparecer? ¿A título de que semejante locura? Además, hay que destacar que con sus camaradas de Buratovich no se conocían. Ni nunca habían hablado. Huelgan los comentarios para semejante desvarío tragicómico.

9) Uno más. Se plantea que el policía encuentra al chico moribundo en la ruta y lo lleva a la comisaría para terminar de matarlo. ¿Cuál sería la razón de tan horroroso accionar? Incluso, en el caso de que imaginemos que González sufriese alguna patología perversa que lo llevara a matar por puro placer, también debería agregarse una especie de impulso autoincriminatorio sobre sus crímenes, pues sus vecinos estaban al tanto de que él había concurrido al encuentro del chico.

Dejando los absurdos de lado y volviendo al expediente, hay que decir que: claramente Facundo NO estuvo en el destacamento de Origone. Obvio que intentaron hacer creer esa versión con el accionar del amigo sembrador de pruebas Herrero. Otra vez El Trucho dijo haber encontrado un amuleto (vaquita de San Antonio) de Facundo.

No solo fue todo engaño la tarea del “perito” (especialistas dijeron que era ridículo lo que había hecho), sino que lo dejaron en off side los propios allegados a Facundo. Le preguntaron a la ex novia de Facundo (con la que había convivido los últimos años) y a sus mejores amigos si reconocían la “vaquita” y todos repitieron que nunca la habían visto. Le falló la “inteligencia” previa al espurio adiestrador canino.

Y una más: por supuesto está comprobado que Facundo, tras ser identificado por González no fue asesinado, ni descuartizado, ni quemado, ni puesto en cal viva ni ácido ni en la seccional de Origone ni en ningún lado. Facundo después de su último encuentro policial siguió su rumbo y subió a la camioneta de la Testigo H.

El relato de la mujer terminó de reconstruir el raid de Facundo por Ruta 3 el 30 de abril. Tras bajarse de la camioneta Honda, se interna por las vías hacia la ría. Como ya se ha contado, el relato de la mujer es creíble en sí mismo por varias razones: una de ellas es que conocía cosas de Facundo que solo una persona que haya conversado con él sabría. Sin embargo, los datos duros y la tecnología objetivizan su declaración. H estuvo ese día en ese lugar. Fin.

Todo esto explica el odio y hostigamiento que sufre hoy en día la mujer. Nunca se lo perdonarán y se lo harán pagar. Arruinar el show tiene sus consecuencias.

10) Este punto es directamente una ofensa a la ciencia y a los profesionales que intervinieron. Peritos del reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense y de la UNS-Conicet concluyeron, con numerosos trabajos, que Facundo murió ahogado. Que no fue torturado. Que no tuvo lesiones pre mortem. Que su cuerpo no fue “plantado”, es decir no murió en otro lugar distinto al que fue hallado. Y, como si fuera poco, un estudio de mareas muestra y demuestra como es el lugar donde pereció el joven la noche del 30 de abril.

El resto es show, triste pero show al fin.

En abril vamos para tres años de causa judicial. Y a esta altura los acusados falsamente ya recibieron su condena: un proceso interminable y la difamación. Para otros, en cambio sigue siendo una ficción que debe alimentarse a toda costa y en donde prevalecen diversas motivaciones y conveniencias: personales, laborales y hasta electorales.

Desde este medio no claudicaremos en exponer y desnudar a cada minuto una trama armada y ejecutada (avalada por funcionarios). Seguiremos molestando y haciendo algo de periodismo.

La campaña mediática:

(Próxima semana: la molesta testigo a la que desean “suicidada”).

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