Seguinos

Deportes

Todos quieren ver el banderazo de la hinchada argentina

En la cuarta convocatoria en el centro de Doha hubo más curiosos que fans de la Albiceleste.

La convocatoria al banderazo de esta tarde/noche en el mercado Souq Waqif arrancó tímido. Previsto para las 7 de la tarde hora qatarí, volvió a realizarse en el mismo sitio de los últimos dos, en la previa de México y Polonia: frente a la escultura del dedo. Cuestión de cábalas.

Lo de siempre. Hubo aliento a Messi y al resto de sus compañeros. Sonó fuerte “mañana cueste lo que cueste, mañana tenemos que ganar”. Varias veces se escuchó “vamos Argentina, sabés que yo te quiero, hoy hay que ganar y ser primeros”. Y el estribillo “esta hinchada loca deja todo por la copa, la que tiene a Messi y a Maradona”. Banderas, bombos y el ánimo por las nubes 24 horas antes del cruce a todo o nada contra Australia en octavos de final.

Mientras se consume la primera mitad del Mundial y varias selecciones, con sus hinchas incluidos, ya hicieron las valijas, el rito de los argentinos se volvió una atracción para locales y visitantes. Ahmed es egipcio y vive en Qatar. “Me encanta cómo cantan”, dice mientras pregunta quiénes son don Diego y doña Tota, parte de uno de los clásicos de la tribuna acá en Doha.

En las transmisiones deportivas qataríes, que están en vivo las 24 horas por varias señales desde que arrancó la copa del mundo, los cantitos también se cuelan cada vez más seguido. Varios equipos árabes quedaron descalificados y con ellos se fueron algunas de las hinchadas más animadas, como las de Arabia Saudita, Irán y Túnez. La lupa de los medios locales está puesta también en los japoneses que, además de limpiar sus plateas, mantienen el colorido con sus caras pintadas y un aliento prolijo pero intenso.

Casi una hora después, el cuarto banderazo en territorio qatarí se consumió con el himno nacional cantado en versión cancha y el grito de “Argentina, Argentina”. Esta vez hubo más visitantes que hinchas. La confianza está intacta.

Fuente: La Nación

Más Leídas