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Eliminatorias al Mundial

Argentina le ganó 1 a 0 a Ecuador

Con un gol de Messi de penal, Argentina le ganó 1-0 a Ecuador en un partido cerradísimo en la Bombonera. Así, empezó el camino rumbo a Qatar 2022.

Tras 325 días de inactividad, la pelota volvió a rodar para la selección argentina y lo mejor que dejó la presentación en las eliminatorias sudamericanas fue el triunfo para iniciar con un éxito el camino rumbo al Mundial Qatar 2022. En un pobre y pálido partido, el equipo de Lionel Scaloni venció 1-0 a Ecuador, en la Bombonera, con un gol de penal de Lionel Messi a los 12 minutos de juego. Tres puntos al bolsillo y no mucho más.

El penal que cambió por gol Messi.

El triunfo terminó siendo justo porque la Argentina fue el único equipo que tuvo la intención de salir a buscar el arco rival desde el primer minuto, pero no dejó mucho para rescatar además del resultado. La selección redondeó un pobre rendimiento en líneas generales. Porque a pesar de que en los primeros minutos mostró intensidad, presión alta y equilibrio general, los buenos destellos se terminaron diluyendo muy rápido y el entramado de juego se volvió lineal, poco punzante y previsible.

La temprana apertura del marcador fue un completo alivio. A los 10 minutos, una recuperación de Lautaro Martínez en campo rival derivó en la apertura del marcador. Pervis Estupiñán derribó a Lucas Ocampos tras un desborde del extremo por la derecha y el árbitro chileno Roberto Tobar no dudó en sancionar el penal. Luego, Lionel Messi lo cambió por gol para convertir su tanto número 71 con la albiceleste en 139 partidos.

El penal de Messi y un remate de Ocampos que sacó el arquero Alexander Domínguez a los dos minutos del segundo tiempo fueron las únicas dos situaciones de gol concretas que tuvo el partido. Ni la Argentina ni Ecuador lograron generar más. Los de Scaloni, por deficiencias propias, poca imaginación y un esquema 4-2-3-1 que no ofreció ni movilidad ni sorpresas a nivel posicional y que pareció hacer chocar a Rodrigo De Paul y Leandro Paredes en el mediocampo. Los de Gustavo Alfaro, por la decisión de replegarse hasta buscar un contragolpe y la falta de confianza o atrevimiento para lastimar a su rival.

El encuentro tuvo una pesada dinámica, con mucha fricción y poco fútbol. El juego fue aburrido y apático, con pocas emociones y escasos chispazos individuales. La Argentina terminó dependiendo de algún quiebre o despegue de Messi para generar peligro y se amparó en el gran despliegue y la constante actitud de todos los jugadores del equipo para sostener el resultado.

Fuente: La Nación.

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