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Gobierno paga 3.400 millones de dólares al FMI: volvería a usar yuanes

Hay fecha para la cuota de octubre. Cómo será la cancelación. Cuál es su impacto en las reservas del Banco Central. Y cómo seguirá la relación con el organismo.

Este martes, Argentina realizará el pago de los vencimientos de octubre al Fondo Monetario Internacional (FMI) por alrededor de u$s2.600 millones, que suman los vencimientos de octubre, y que el Gobierno acordó saldar en un solo pago a fin de mes. A esto se sumará una cancelación de intereses por u$s800 millones prevista para el miércoles. Se trata de un fuerte impacto para las reservas del Banco Central (BCRA) y las principales dudas son cómo se hará el desembolso y qué pasará hacia adelante con el acuerdo y las metas que mantiene nuestro país con el organismo.

El compromiso por u$s3.400 millones llega en un momento complejo para las reservas del BCRA, que rondan los u$s24.500 millones, a pesar de que se vienen fortaleciendo con el programa de incremento exportador que puso en marcha el Gobierno, el regulador monetario busca proteger su poder de fuego ante eventuales corridas cambiarias preelectorales y de cara a la próxima evaluación de metas que realizará el Fondo tras e balotaje (previsto para el 19 de noviembre).

En principio, el pago se hará con parte de los fondos de libre disponibilidad que habilitó China recientemente: un nuevo tramo equivalente a u$s6.500 millones, que están en una cuenta del BCRA. De hecho, por eso, el Gobierno le solicitó al gobierno chino un monto superior al que se esperaba, que era de u$s5.000 millones, porque previó la necesidad de este desembolso.

ero, otras fuentes indicaron que es probable que, una vez más, se combine el pago en yuanes con un crédito puente de algún organismo de crédito a fin de no afectar tanto las reservas del BCRA en un momento clave como el actual.

Una posibilidad es que la asistencia llegue, una vez más, de la CAF (Banco de Desarrollo de Latinoamérica y el Caribe), que acaba de realizar la mayor colocación en su historia, a través de un bono por u$s1.750 millones con un plazo de 3 años y medio y un cupón del 6%. Es decir que el organismo está más líquido que nunca, por lo que podría asistir a la Argentina una vez más en un pago al FMI, tal como lo hizo hace unos meses.

Así, la cancelación de los u$s2.600 millones se haría, una vez más, de manera combinada: yuanes y crédito puente. Pero, aún ni ha sido confirmada oficialmente esta posibilidad. Lo que sí es un hecho es que el Gobierno cancelará en un solo pago tres vencimientos: uno por u$s1.280 millones, otro de u$s640 millones y un tercero por u$s673 millones el último día hábil de octubre.

Cómo seguirá la relación con el FMI

“A nadie le importan las metas hoy”, dice una fuente cercana al Gobierno a este medio ante la consulta de qué pasará con los objetivos en materia fiscal y de reservas fijados en la última revisión. Es una ironía su expresión y se refiere al hecho de que toda la atención está puesta hoy en el balotaje.

Pero, en parte, es cierta su afirmación dado que, tal como explica el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez, “queda un desembolso que va a hacer el Gobierno para terminar el programa actual con el organismo” y eso va alineado con la buena predisposición que viene mostrando el candidato a presidente y ministro de Economía, Sergio Massa, en ese camino.

La siguiente revisión está pautada para noviembre, ese paso habilitaría los nuevos desembolsos, y los analistas consideran que quedó más atada a una cuestión política que a la macroeconomía.

Lo espera Rodríguez es “que el FMI haga un poco la vista gorda como tantas otras veces a los incumplimientos del Gobierno respecto de las metas y vaya irá preparando el terreno para resetear, desde el 10 de diciembre, todo este problemático acuerdo que se hizo en enero del año pasado y que Massa repautó en algún sentido”.

Y es que los analistas consideran que el resultado electoral debería alinear los incentivos hacia adelante, tal como sucedió con el waiver y el desembolso antes de las primarias. “Está claro que no harán tener un traspié al Gobierno en estos últimos días, aunque, sí se van a poner más firmes desde diciembre, seguramente, el FMI tomará más dureza e inflexibilidad después de las elecciones”, anticipa Rodríguez.

Lo que pasó, tal como indica el economista Pedro Gaite, es que los desembolsos posibles del FMI quedaron hoy más sujetos a una variable política que a una cuestión de cumplimiento de metas. El Gobierno ya sabe que era muy difícil cumplimentarlas por la estrategia del Gobierno de contrarrestar el efecto de la devaluación contractiva que el Fondo le impuso como requisito para liberar dólares en agosto, sobre todo, en materia fiscal, por la expansión fiscal que viene aplicando tomando.

Qué pasará con las metas

“Eso le dificultará cumplir con la meta fiscal, pero es un elemento necesario para contrarrestar el costo social y político de la devaluación. El Gobierno y Fondo lo saben y la próxima gestión tendrá que sentarse en la mesa y negociar con el organismo”, adelanta Gaite.

El costo fiscal de las medidas anunciadas en el último mes por el Ministerio de Economía, en un contexto de campaña electoral, podría generar un desvío de 1,3 puntos porcentuales del PBI respecto de la meta de déficit acordada con el Fondo, según estimó el Instituto de Investigaciones Económicas para la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que dirige Carlos Melconian.

El economista Federico Glustein coincide con esa mirada, pero apunta que, lo que sí es probable que cumpla el Gobierno es la meta de reservas del BCRA. Recordemos que se pautó un objetivo de acumulación de reservas internacionales netas de alrededor de u$s1.000 millones para finales de 2023 (frente a un objetivo de u$s8.000 millones en el momento de la cuarta revisión).

“Hemos visto que Massa tiene mucha plasticidad para conseguir fondos del exterior. Lo del déficit fiscal no lo va a alcanzar, pero con el dólar para exportadores, el acuerdo con China y, si logra captar nuevos fondos de organismos internacionales, podría ser una realidad la meta revisada de reservas”, apunta Glustein.

En pocas palabras, el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas pasó de us$8.000 millones a us$1.000 millones a fin de 2023, pero ante la sangría y el difícil contexto marcado por la sequía, la meta se revisará en noviembre.

Glustein coincide con el consenso de los analistas en mencionar que el Fondo tiene en claro que va a haber que ir hacia un nuevo acuerdo y espera que “vislumbrando el crecimiento que se proyecta hacia adelante, pueden ser un poco más laxos”, por lo que, aunque la próxima revisión no sea del todo satisfactoria, no está en peligro el acuerdo.

Fuente: LB24 / Ámbito.

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