WhatsApp de Publicidad
Seguinos

acosador

La expareja del detenido había pedido protección en una entrevista con La Brújula

Angustiada, relató el calvario que vive desde hace meses. Y reclamó “que la Justicia haga algo antes de que pase algo peor”.

Silvina es una vecina bahiense que está semana reveló públicamente que era víctima de un acosador que no la dejaba vivir en paz. En contacto con el equipo periodístico del programa “Bahía Hoy”, por La Brújula 24, relató cómo y cuándo empezó el calvario por culpa de un sujeto llamado Oscar Norambuena, quien este sábado fue detenido tras prender fuego el auto de un testigo del caso y retener como rehén a su propio padre.

“Hace 3 meses, el 26 de mayo, yo decido decirle a una persona que quería tener un vínculo conmigo, que es alguien muy conocido porque tiene una trayectoria como visitador médico, que no me interesaba. Ahí él entra a mi domicilio y tira desde el piso 6 a mi mascota por la ventana”, recordó.

Silvina, angustiada, recordó que “aporté las cámaras, todo, pero nunca nadie me llamó. A veces creo que las personas que nos tienen que cuidar están peor que los que maltratan. He tenido que llamar al Comando de Patrullas mil veces, pero nada. Ellos me dieron una mano, hicieron que dieran una perimetral, pero esta persona no la contempla desde el día uno”.

“Nadie se la hace cumplir, va a mi trabajo, a mi casa, ayer pintó mi calle. Puso ‘Sil te amo, Black’ con aerosol. Tengo 20 llamadas por noche, la Justicia es muy lenta o no puede hacer nada, no sé qué pensar”, indicó la damnificada.

Imagen de la calle, tomada desde el balcón de su departamento.

Más frases de Silvina en el aire La Brújula 24

“¿Cuándo llega el final de las denuncias?, ¿cuándo nosotras volamos por la ventana?”.

“Este tipo pasa por mi trabajo, tengo cámaras, testigos, ya no sé qué hace falta para que la Justicia se anteponga. Te dicen que llames a un número, ponen afiches, pero ¿para qué?, yo tengo que vivir encerrada o andar con alguien al lado y el flaco anda como si nada. Yo no hice más que decirle que no”.

“Es un viejo conocido con el que estábamos empezando, pero me di cuenta enseguida que no quería estar con él. ¿Pero estamos todos locos?, ni siquiera tuve una relación, fueron cuatro meses hasta que me di cuenta que no iba más”.

“Son todos los días, me sigue a todos lados. Tengo 10 millones de pruebas, denuncias, ya no sé qué más hacer. Y nadie lo para, yo creo que si alguien le dijera algo un poco pararía. Tengo amigos y compañeros varones que lo han querido agarrar, pero les dije que no, porque nada me va a devolver a mi mascota”.

“Son tres meses que el tipo está conmigo en la cabeza todo el tiempo, las llamadas son permanentes. Basta, me parece que alguien tiene que hacer algo”.

“Hablé con la hija y ella misma me dijo que era un tipo raro, que ya cuando estaba con la madre pasaron cosas. Me di cuenta que no estaba en sus cabales y que iba a traer problemas”.

“Yo trabajé toda la vida en el centro, lo conocía de hace 26 años, pero eso es normal, yo tengo derecho a decir que no. Esto es grave solamente en una mente enferma. No entiendo cómo todo este cúmulo de cosas no llegan a la Justicia, alguien tiene que ponerle un freno”.

“Ayer, entre las 22 y las 4:40 de la mañana, tuve 20 llamadas, el fin de semana 23, me escribió en la calle. El fin de semana pasado estábamos comiendo con una amiga y estuvimos mirando las cámaras para ver si estaba este hombre, después me tuvieron que acompañar a mi casa, no se puede vivir así”. 

Lo más leído