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etapa final

Se acabó el oxígeno en el “submarino del Titanic” y no hay esperanzas de rescatar a sus tripulantes

El suministro se agotó y, en las próximas horas, podrían levantar el operativo de rescate. Los ruidos que se habían escuchado siguen siendo una incógnita.

El submarino experimental de la empresa privada OceanGate Expeditions ha agotado sus reservas de oxígeno a las 8:08 (hora argentina), y ya no hay esperanzas de rescatar con vida a los tripulantes. La operación de búsqueda y rescate del sumergible Titan, que desapareció el domingo con cinco personas a bordo mientras se dirigía a los restos del Titanic en el Atlántico Norte, ha entrado en su etapa final.

La situación de los tripulantes del submarino experimental de OceanGate Expeditions se ha vuelto cada vez más complicada, y es probable que en las próximas horas se suspenda el operativo de rescate. La tripulación solo contaba con reservas de oxígeno para cuatro días, y ese plazo ya ha culminado.

En un intento por orientar la búsqueda, en las últimas horas se han enviado más barcos a la zona de desaparición, debido a los sonidos detectados bajo el mar durante el segundo día consecutivo. Sin embargo, el portavoz del servicio de guardacostas estadounidense, el capitán Jamie Frederick, mencionó que aún no se sabe qué son esos ruidos.

Actualmente, cinco barcos equipados con sonares y tecnología avanzada están rastreando una superficie de aproximadamente 20,000 kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de Tucumán, a una profundidad de casi cuatro kilómetros. Además, varios aviones están sobrevolando la zona en busca de cualquier indicio del sumergible.

Las comunicaciones con el submarino Titan se perdieron dos horas después de sumergirse hacia los restos del Titanic, ubicados a casi 4,000 metros de profundidad y a unos 600 km de la isla canadiense de Terranova, en el Atlántico Norte.

Incluso aquellos que eran optimistas sobre la situación advirtieron de los numerosos obstáculos que enfrentaban, desde la localización del sumergible hasta el despliegue del equipo de rescate y su eventual recuperación, suponiendo que estuviera intacto, todo antes de que se agotara el oxígeno de los pasajeros.

Si los cuatro turistas y el piloto son rescatados con vida después de sobrevivir con niveles tan bajos de oxígeno, podrían enfrentar daños en el sistema nervioso o el corazón a largo plazo, según el especialista en medicina Kenneth Ledez. Aunque los equipos de rescate podrían continuar sus esfuerzos en busca de un posible rescate.

Los desaparecidos son el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el millonario paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible y que cobraba $250,000 por turista.

Se han enviado aviones adicionales por parte del Pentágono, incluyendo un tercer avión C-130 y tres C-17, mientras que un robot submarino enviado por el Instituto Oceanográfico francés se incorporará a la búsqueda.

La Marina Real canadiense ha enviado un buque con una cámara hiperbárica y expertos en asistencia médica, que se suma a otro navío del servicio de guardacostas equipado con instrumentos de sonar avanzados. La compañía Horizon Maritime, propietaria del Polar Prince, el barco que lanzó el sumergible, también está enviando otro buque con equipo de búsqueda en aguas profundas.

La ubicación de la búsqueda dificulta enormemente la rápida movilización de grandes cantidades de equipamiento, explicó el capitán Frederick.

Recientemente se ha revelado un informe que señala las deficiencias en la seguridad del submarino. David Lochridge, exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, despedido por cuestionar la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el “diseño experimental y no probado” del sumergible. Según Lochridge, el ojo de buey en la parte delantera del submarino fue diseñado para resistir la presión a 1,300 metros de profundidad, no a 4,000 metros.

La expedición conlleva riesgos conocidos, según Mike Reiss, guionista de televisión que visitó los restos del Titanic en 2022. Antes de subir al submarino, se firma un documento que menciona la muerte en tres ocasiones. Reiss recordó que durante la inmersión a profundidades tan extremas, la brújula dejó de funcionar de inmediato y comenzó a girar, lo que los obligó a moverse a ciegas en la oscuridad del océano en busca del transatlántico hundido en su viaje inaugural en 1912, en el que murieron 1,500 de las 2,224 personas a bordo.

Desde el descubrimiento de los restos del Titanic en 1985, a 4,000 metros de profundidad, el área se ha convertido en un lugar de peregrinación para cazadores de tesoros y turistas en busca de emociones fuertes.

Alistair Greig, profesor de ingeniería marina en el University College London, plantea dos posibles hipótesis sobre el paradero del Titán. La nave podría haber experimentado un problema eléctrico o de comunicaciones, lo que no habría impedido que regresara a la superficie. La otra posibilidad es que el casco esté dañado, lo que disminuiría las esperanzas de encontrar a los cinco pasajeros con vida.

Con información de TN

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