WhatsApp de Publicidad
Seguinos

por alba picardi

Fin de Año: los ritos son necesarios

En todas las culturas hay días festivos que suponen celebraciones con un significado y valor especial y que en general implican conductas afines a esos valores otorgados.

Por Lic. Alba Picardi. (MP. 0490), decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Salesiana (UNISAL).

Estamos comenzando el último mes del año y esto despierta en la mayoría de las personas la sensación de finalización de un periodo que requiere de una evaluación, lo que generalmente nominamos como “balance del año”. Esto implica, un alto en lo cotidiano para revisar qué pasó con aquello que nos propusimos, qué cosas se lograron, qué cosas quedaron pendientes y desde lo simbólico qué expectativas y proyecciones conlleva el ciclo que está por comenzar.

También en esta época del año, llega el rito de las fiestas, el tiempo de fiestas nos remite a tradiciones, encuentros y desencuentros, ciclos que concluyen y que se proyectan. Fiestas colectivas que podemos pensar como escenarios dinámicos que expresan un sentido y concepción particular del mundo que vivimos y de allí el contenido singular que reviste para cada uno.

Los ritos son necesarios ya que hacen que vivenciemos momentos especiales que se diferencian de lo cotidiano, facilitan pasajes.  En todas las culturas hay días festivos que suponen celebraciones con un significado y valor especial y que en general implican conductas afines a esos valores otorgados.

Cada persona vivencia estos momentos de acuerdo al sentido particular que les otorga. Es por esto que, este tiempo puede generar distintas sensaciones y emociones algunas contradictorias entre sí (duelo por lo perdido y expectativas del porvenir), con diversos significados Será necesario permitirse expresar las emociones que se presenten y poder resignificarlas a fin de transitar las fiestas de la mejor manera posible sin que sean momentos de conflictos y malestar.

Frente a todo esto, el desafío será:

  • Realizar nuestro balance desde la reflexión y la posibilidad de alojar lo vivenciado sin demasiada severidad, ya sea que el saldo sea positivo o no, evitando los juicios impiadosos hacia uno mismo y los demás.
  • Incorporar a nuestros proyectos lo que aún falta por conseguir, no vivirlo como fracaso sino como posibilidad futura.
  • Permitirnos conectar con lo que vamos sintiendo, animarnos a hacernos cargo de cómo regulamos nuestras emociones a fin de vivenciar este proceso de la mejor manera posible y de ser necesario compartir las sensaciones de malestar con otros que puedan brindar un apoyo genuino y acompañar desde el cuidado y la contención.
  • Respetar los diversos sentidos que estas fechas tienen para cada uno y por último,
  • Contemplar la posibilidad de pedir ayuda profesional cuándo las angustias y ansiedades se imponen y generan un malestar tal que imposibilitan y limitan el transcurrir cotidiano.

Las fiestas son una oportunidad de encuentro con seres significativos y, muchas veces, a quienes vemos poco. Disfrutar esas fiestas depende de cada quien con la convicción de que vale la pena proponerse transitar un Feliz Fin de Año y un Prospero Año nuevo!

Lo más leído