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Por Cesar Tommasi

Invertir, producir, trabajar

Por Cesar Tommasi, secretario de Producción del Municipio

El crecimiento local, primordialmente, estará vinculado a nueva producción. No podemos incidir en la macroeconomía ni en las decisiones comerciales atadas a negociaciones de alto nivel, por lo tanto, debemos abocarnos a trabajar creativamente en la optimización de las condiciones competitivas de la región. Cuando Argentina alcance un contexto favorable a la inversión, el sur bonaerense tiene que estar preparado para capturar las oportunidades. Hay un extendido consenso en que la salida es por un camino de inversión, producción y trabajo.

La región necesita producir más. No sólo por impulso de acciones del Estado -como los parques eólicos- o de empresas que encuentran aquí un ámbito adecuado para su negocio – como las petroquímicas o las de exportación de granos. Todas ellas bienvenidas, porque en la cadena de valor que estimulan, han sostenido con consistencia a importantes empresas locales de servicios que, a su vez, ofrecen trabajo sostenido y de calidad. No son suficientes.

La región necesita también tomar otro tipo de riesgos de inversión para producir y generar trabajo: agregar valor directo a las cadenas productivas actuales, producir más y más diverso. Los sectores productivos y el Estado debemos dialogar para generar un entorno favorable a la producción. El concepto es amplio, alcanza a los pujantes sectores “primarios” como el agro y la ganadería -actividades cada vez más asociadas a conocimiento- sino también, a innovación tecnológica y a producciones para el consumo que permitan ir escalando competitivamente hacia los ámbitos nacional e internacional. ¿No sería lógico, por ejemplo, tratar de sustituir “importaciones” extra regionales de alimentos frescos o perecederos para nuestro consumo? Esta pregunta es indicativa, ¿cuántas más podemos formular?

Cruzar los puentes entre quien produce, quien desarrolla tecnología, quien brinda servicios logísticos y financieros permitirá “crear” oportunidades, las que hoy no visualizamos. Oportunidades para el emprendedor pequeño, para la PyME que quiere crecer, para las cooperativas, para técnicos y profesionales que hoy no trabajan o que lo hacen emigrando física o virtualmente. Esas oportunidades se eslabonan en la cadena: inversión-producción-trabajo.

Invertir tiene que valer la pena (no sólo en fideicomisos inmobiliarios o salvavidas financieros), estudiar (mucho, diverso y de calidad) tiene que valer la pena, aprender a trabajar tiene que valer la pena (prácticas, pasantías, primer trabajo). Valdrá la pena contar con las herramientas disponibles en la región: sector agropecuario, sector industrial, servicios de calidad, sistema científico-académico consolidado, enclave productivo que enlaza energía -renovable y no renovable- con industria, puerto y zona franca. Los servicios irán creciendo al compás de la producción. El trabajo está asociado a inversión y producción.

El taller está equipado, es cuestión de poner manos a la obra.

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