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Inflación

Provincia recibe a estatales: los gremios ya piden una mejora salarial del 50%

Con la premisa de ganarle a la inflación, los sindicatos pretenden un refuerzo del 7 por ciento para septiembre y otro 9 por ciento de octubre a diciembre.

Luego de haber recibido -el viernes último- a los sindicatos docentes, la Provincia se sentará hoy a discutir salarios con los gremios estatales que pretenden bordear una mejora anual del 50 por ciento para los próximos meses y revisar la cifra antes de que termine el año.

Para alcanzar esa meta, que va en línea con la proyección inflacionaria de consultoras privadas para el fin de 2021, los estatales pedirán reforzar en un 7 por ciento la cuota de aumento prevista para septiembre y luego percibir un 4 por ciento en octubre; 2,5 por ciento en noviembre y otro 2,5 por ciento en diciembre. De ese modo, calculan, los auxiliares acumularían un 53 por ciento de incremento y el resto de los trabajadores de la administración central y organismos descentralizados, un 50 por ciento.

La premisa es que “los salarios le ganen a la inflación” para “consolidar una política de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores”, advirtió en la previa el titular de ATE bonaerense, Oscar de Isasi.

Desde UPCN, en tanto, se mostraron cautos, a la espera de una oferta oficial que hasta ayer no había trascendido, pero insistieron en su idea de “terminar el año por encima de la inflación y continuar con las mesas sectoriales”.

También los sindicatos enrolados en Fegeppba (Salud Pública, AERI, Obras Sanitarias y APOC, entre otros) coincidieron en la necesidad de un ajuste que acompañe al costo de vida.

Ni en los gremios ni en la Provincia oficializaban ayer una cifra concreta de aumento. Pero el reclamo sindical iría en línea con las demandas docentes. “Como mínimo” un 45 por ciento y el compromiso de reabrir las negociaciones en diciembre, admitían unos. Otros, como se dijo, arriesgaban un poco más: al menos un 50 por ciento.

Ese piso mínimo implicaría elevar hasta en unos 16 puntos lo pactado allá por marzo entre el gobierno de Axel Kicillof y los trabajadores de la administración pública provincial agrupados en la ley 10.430. Porque aquel acuerdo inicial contemplaba una suba en tres cuotas: 14 por ciento en marzo, 9 por ciento en julio y 11 por ciento en septiembre, más el compromiso de reabrir la paritaria en noviembre.

Pero el mes pasado, ante la disparada inflacionaria y el consecuente planteo sindical, el Gobernador decidió pasar 8 puntos de la cuota de septiembre para julio y habilitar una nueva discusión en agosto.

Con esa corrección, los estatales llevan hasta julio un 31 por ciento de suba, apenas por encima del 29,1 por ciento de inflación acumulada en el período. Mientras, les quedaría por cobrar solo 3 puntos del pago de septiembre para acumular, recién en octubre, una mejora del 34 por ciento.

Por eso la urgencia de quienes representan a los trabajadores públicos de la Provincia para quedar a cubierto de la inflación y el reclamo porque los salarios, al final del año, acumulen una suba en torno al 50 por ciento.

Esa cifra, nada caprichosa, es la que consultoras privadas calculan para el costo de vida de todo 2021. Para llegar a ese número, como se mencionó, los gremios pedirían sumar al remanente del 3 por ciento de septiembre un 7 por ciento adicional, más otro 9 por ciento repartido entre octubre, noviembre y diciembre.

LO QUE PIDIERON LOS MAESTROS

El antecedente más inmediato a la negociación salarial que, de manera virtual (como desde que irrumpió la pandemia) y a partir de las 15, hoy protagonizarán las autoridades bonaerenses con los estatales tuvo lugar el último viernes con la paritaria docente.

Fue en ese marco que los maestros pidieron que sus sueldos le ganen por al menos cinco puntos a la inflación al final de este año. Una demanda que está en sintonía con el acuerdo sellado a principios de 2021 entre la administración Kicillof y los sindicatos: entonces, con una proyección inflacionaria establecida en el 29 por ciento, se fijó una mejora anual del 35 por ciento. Pero como el acelerado costo de vida pulverizó aquella meta oficial y erosionó el poder adquisitivo de los trabajadores, los gremios de la educación fueron a la carga por un ajuste salarial que al final del año supere en cinco o seis puntos a la inflación.

Con esa idea en mente, buscan llegar a un incremento del 45 por ciento entre septiembre y noviembre, para volver a reunirse en diciembre, cuando se conozcan los últimos datos de la inflación que hoy consultoras privadas calculan en torno al 50 por ciento anual. En los sindicatos estatales, como se dijo, ya hay quienes reclaman una cifra similar.

No obstante en ATE aclararon que el “porcentaje es aún charlable. Todavía no hay nada concreto”. Sí confirmaron que exigirán la reapertura de las negociaciones en diciembre, como parte de una batería de reclamos que, entre otros, incluye el pedido de una categoría para todos los trabajadores que tengan más de dos años de antigüedad; un adicional atado al básico para los que llegaron al tope de su categoría; aumento de topes y montos de las asignaciones familiares en igual porcentaje que el acuerdo paritario retroactivo a julio. También reclaman avanzar con el pase a planta permanente de empleados; acelerar los trámites y mejoras jubilatorias; que la vuelta a la presencialidad contemple el cumplimiento de los protocolos y que las madres y padres con hijos e hijas puedan sostener la semipresencialidad las burbujas de sus hijos e hijas.

Cabe aclarar que de la reunión paritaria de hoy participará también Cicop, el gremio que representa a los profesionales de la salud bonaerense y que después tendrá que discutir salarios en la negociación específica del sector. Mientras, en la Asociación Judicial Bonaerense seguían aguardando por una convocatoria.

Ese piso mínimo implicaría elevar hasta en unos 16 puntos lo pactado allá por marzo

Fuente: El Día

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