Un herido e importantes daños materiales en cuatro accidentes

Desde la Municipalidad se había informado que se realizarían controles de alcoholemia y de tránsito en general durante la madrugada de Navidad en Bahía Blanca, pero siempre hay personas irresponsables que igualmente deciden manejar con una copa de más.

Hasta las 8:30 de la mañana, se habían registrado por lo menos cuatro accidentes de tránsito que involucran a personas que dieron alcoholemia positiva o que se presume que estaban alcoholizados.

El primero de ellos ocurrió a las 2.40, en la esquina de Washington y Caseros. Allí colisionaron un auto Suzuki Fun y un Ford Fiesta. Ninguna de las personas que viajaban en los vehículos resultaron heridas.

Al hacer el control de alcoholemia a la mujer que manejaba el Suzuki, dio positivo con 1,31 gramos de alcohol por litro de sangre. Se trata de Daiana Marcela Stoessel, de 24 años. Quien conducía el Ford dio negativo en el test.

El segundo accidente ocurrió en la Avenida Pringles al 100. Allí un motociclista que transitaba en moto sufrió la fractura de una pierna cuando, según indicó, perdió solo el control de su vehículo. Según indicaron testigos, el sujeto estaría en evidente estado de ebriedad. Debió ser trasladado en una ambulancia a un hospital para su atención.

El tercero tuvo lugar minutos antes de las 7:30, en Pedro Pico al 1500, donde un Renault Clío se salió de control y terminó colisionando contra la parte trasera de un Renault 19.

Quien guiaba el primero de los rodados mencionados se encontraba en estado de ebriedad. El test arrojó 0,78 gramos de alcohol por litro de sangre y la contraprueba 0,80.

“Se me reventó la rueda de atrás y no pude controlar el rodado. Tomé muy poco; el vehículo es de mi mamá”, contó quien guiaba la unidad y resultó ileso, pese a los importantes daños materiales.

Por último, en Liniers al 400 un Fiat Argo “hizo strike” embistiendo a varias unidades que se encontraban correctamente estacionadas. Embistió a un Volkswagen Gol Trend, luego a una Chevrolet Meriva para finalizar su marcha contra un Duna.

Quien iba al volante del primero de los autos nombrados se bajó, pidió disculpas y le dejó los datos a los damnificados, dueños de los restantes rodados. “Me distraje un segundito”, mencionó antes de retirarse del lugar, según los dichos del dueño de uno de los autos dañados.

En todos los casos debió trabajar personal de la guardia de Defensa Civil, de Tránsito y policía.