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Mitos y verdades sobre el consumo de carne en la Argentina

Carlos Bodanza, periodista especializado en el sector agropecuario, comentó sobre producción, costos y tendencias.

Argentina ha sido históricamente un país con un alto consumo de carne, pero en los últimos años se han producido cambios en los hábitos alimenticios impulsados por tendencias actuales y por precios.

Si bien el consumo de carne vacuna ha caído, Carlos Bodanza, veterinario y periodista especializado en el sector agropecuario, aclaró que “el total de carnes consumidas en el país se mantiene estable, con un promedio de 120 kilos por persona al año”. Eso incluye pollo, cerdo, pescado y otros; y de acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un nivel adecuado.

"Estamos entre los tres primeros del mundo en cantidad de carnes consumidas (en kilos de carne proteína), lo que habla de un nivel de alimentación indudablemente muy alto para nuestro país. Después se puede debatir, discutir pobreza, no pobreza, canasta básica, todo lo que uno quiera, pero la Argentina, para lo que tiene que ver con la Organización Mundial de la Salud y cómo mide la riqueza alimenticia de un país, somos de los primeros del mundo", dijo Bodanza en el programa Nunca es Tarde, de La Brújula 24.

Otro de los mitos está asociado a la producción de la carnes y por mucho tiempo se ha pensado que la carne vacuna argentina es principalmente de pastura. Sin embargo, Bodanza aclaró que "el 80% de la carne consumida en el país proviene de animales terminados en corrales con alimentación a base de granos y es la carne que nos gusta a los argentinos".

El periodista señaló que en diciembre pasado, por primera vez, el consumo de carne de pollo superó al de carne vacuna. "Alrededor de unos 50 kilos de carne de pollo por persona se cerró el año contra 47 más o menos para kilos de carne vacuna. Estamos yendo hacia una lógica que es un poco lo normal que pasa en el mundo, porque el pollo es lo más, entre comillas, barato de producir", agregó y cerró el punto con la siguiente comparación: pasan cuatro o cinco meses desde que un pollo nace hasta que está en un plato, mientras que en el caso de la carne vacuna se necesitan unos 18 meses.

El precio de la carne también es objeto de debate, y muchas personas creen que se debe únicamente a la inflación. Sin embargo, Bodanza señala que “en Argentina, en pocos años, se liquidaron más de 10 millones de cabezas de ganado debido a políticas que restringieron las exportaciones y llevaron a los productores a reducir su stock”. La menor oferta de ganado, sumada a una fuerte sequía en los últimos años, ha impactado directamente en el precio de la carne en los mostradores.

Finalmente, un dato curioso es que la Argentina estuvo cerca de tener más vacas que habitantes, aunque en la actualidad la población humana ha superado al stock bovino. “Anduvimos en 56 millones de cabezas, pero ahora estamos palo a palo con la población humana”, mencionó Bodanza.

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