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caso robacables

El ruego del subcomisario Ñancucheo: “Julio salvame, dame el handy”

Vestido de civil, el subcomisario pedía ayuda para evitar su caída.

Los detalles sobre lo que pasó la noche en que la banda de robacables perdió a cuatro de sus integrantes siguen emergiendo y en el expediente judicial quedó asentada la frase que dijo el subcomisario Martín Ñancucheo cuando desesperadamente trataba de recuperar su handy de la camioneta en la que llegó Ángel Gallardo con los fallecidos al Hospital Municipal.

“Julio (Irigoyen), salvame, salvame. Dame el handy, dame mi handy”, le dijo Ñancucheo a un comisario de Delitos Especiales que llegó al centro médico apenas se conoció la noticia de que alguien había dejado cuatro muertos en el lugar.

En el expediente también se refiere que Ñancucheo iba de civil y que previamente “llamó y apartó para dialogar al (policía Sebastián) Ibarra y cuando de forma breve volvió al grupo”, le hace el pedido de ayuda a Yrigoyen “explicándole que dentro de la camioneta VW Amarok se había secuestrado un handy con frecuencia policial”.

Tanto Ibarra como Irigoyen cumplieron con su trabajo y no accedieron al pedido del subcomisario.

En las últimas horas, el Juzgado de Garantías Nº 1, a cargo de la doctora Mercedes Rico, dictó la prisión preventiva de Ñancucheo y será trasladado a la cárcel de Saavedra. Además, la magistrada agravó la calificación contra el subcomisario y ordenó la preventiva sobre el líder de la banda, Ángel “El Harry” Gallardo.

El pasado 6 de mayo, mientras los robacables ejecutaban unas de sus acciones, cuatro de sus integrantes terminaron electrocutados, dos sobrevivieron y uno de ellos dio detalles de lo ocurrido esa noche del terror, entre ellos la presencia de Ñancucheo en el lugar de los hechos.

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