Por la pesca ilegal: cambian procedimientos de patrullaje y vigilancia en el Mar Argentino

Después de detectar, el martes por la noche a las 22:05 horas, la presencia de un buque chino aparentemente pescando a 12 millas dentro de la Zona Económica Exclusiva de Argentina (ZEEA), es decir, en la franja marítima que se extiende hasta 200 millas desde el territorio continental, la Corbeta Espora y el Patrullero Oceánico Cordero de la Armada Argentina, que realizaban tareas de patrulla en la zona, lograron que la nave extranjera se retirara más allá de la Milla 200, hacia aguas internacionales.

Posteriormente, en lugar de continuar su trayecto habitual hacia el norte, la Corbeta y el Patrullero, se dirigieron hacia el sur, regresando a la misma zona marítima, cerca de Caleta Olivia, en las proximidades del límite entre las provincias de Santa Cruz y Chubut. Horas más tarde, encontraron nuevamente al buque chino, identificado como un “potero” destinado a la pesca del calamar, dentro del Mar Argentino.

Las embarcaciones de la Armada Argentina ordenaron al buque extranjero acatar las órdenes y permitir el abordaje de inspectores de la Subsecretaría de Pesca de la Nación para verificar el contenido de su bodega y determinar si estaba infringiendo la prohibición de pescar en la Zona Económica Exclusiva, donde solo tienen permitida la pesca los barcos de bandera nacional.

Inicialmente, el buque (cuyo nombre no fue divulgado) adoptó una postura de falta de cooperación. Para evitar su evasión, la Armada desplegó dos botes semirrígidos tripulados por personal militar, que comenzaron a rodear la nave para impedir su escape. Simultáneamente, un helicóptero de la Armada se unió al operativo, y un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea se dirigía hacia la zona, transportando al ministro de Defensa, Luis Petri, al jefe de Estado Mayor Conjunto, Brigadier Xavier Isaac, y al jefe de Estado Mayor de la Armada, Contralmirante Carlos Allievi.

Previamente, el gobierno había solicitado la intervención del Juzgado Federal de Caleta Olivia, a cargo de la jueza Marta Yáñez (la misma que investigó la desaparición del submarino ARA San Juan a fines de 2017), para que emitiera una orden de requisa.

Hacia el mediodía del día siguiente, la nave china finalmente cambió su actitud y permitió la inspección, que confirmó la ausencia de carga en sus bodegas. Por lo tanto, fue liberada y se dirigió nuevamente hacia aguas internacionales.

El ministro Luis Petri comentó a Infobae que esta acción demuestra que, siguiendo las directrices del presidente Javier Milei, el gobierno ha intensificado el control y la vigilancia del espacio aéreo y los recursos pesqueros del Mar Argentino, reafirmando así la soberanía territorial.

A pesar de que en este caso el buque extranjero fue liberado, Petri enfatizó que gracias a la acción conjunta de la Armada, la Fuerza Aérea y la Prefectura Naval, los buques extranjeros que intenten pescar en aguas argentinas enfrentarán riesgos cada vez mayores y deberán asumir las consecuencias.

Se produjo un cambio significativo en el patrullaje, señalaron fuentes de Defensa, ya que en lugar del largo y previsible recorrido que solían realizar las embarcaciones argentinas desde Mar del Plata hasta Ushuaia, ahora cambiarán constantemente de rumbo, dificultando a los buques infractores prever sus acciones para evitar ser detectados.

Este operativo, en el que participaron una Corbeta, un Patrullero Oceánico, dos semirrígidos, un helicóptero y un avión Hércules, fue considerado inédito por el jefe de la Armada, Allievi. El único antecedente similar se remonta a mayo de 2020.

Tras una serie de acciones desencadenadas a partir del video del capitán Alberto Mendoza del buque argentino “Don Pedro”, que evidenció la presencia masiva de buques extranjeros depredando el Mar Argentino, se produjo una cadena de eventos reportados por Infobae.

El martes 28 de abril de ese año, el Guardacostas “Prefecto Fique”, de la Prefectura Naval Argentina, detectó al buque chino Lu Rong Yuan Yi 668 pescando ilegalmente, quien tras una persecución logró escapar. El domingo 3 de mayo, este mismo buque identificó al pesquero portugués Calvao dentro del Mar Argentino, capturándolo y escoltándolo hasta el puerto de Bahía Blanca.

El lunes 4 de mayo, el patrullero oceánico Bouchard, de la Armada, detectó al pesquero chino Hong Pu 16 en flagrancia, quien también intentó escapar pero fue capturado tras una persecución de tres horas y escoltado hasta el puerto de Bahía Blanca.

Finalmente, el miércoles 13, el buque chino Lu Rong Yuan Yi 668, prófugo desde el 28 de abril, se entregó a la Prefectura Argentina y fue escoltado hasta Puerto Madryn.

Sobre el hecho de que el buque chino detectado este martes tuviera sus bodegas vacías, había diversas teorías, desde la descarga ilegal al mar de la pesca hasta la navegación “en tránsito”, aunque ninguna fue confirmada.

Un observador del sector privado señaló que el proceder de las fuerzas argentinas no fue correcto ni eficaz, mientras que Milko Schvatzman, experto en pesca ilegal del Consejo de Políticas Ambientales (CPA), recordó el caso reciente de un buque portugués que pescó ilegalmente dentro del Mar Argentino sin ser impedido.

El calamar, principal objetivo de la mayoría de los pesqueros extranjeros en la Milla 201, es la segunda especie en las exportaciones pesqueras argentinas, que alcanzaron los USD 320 millones en el primer bimestre del año. Además del calamar illex, se exportaron langostinos, merluza hubbsi, centolla y merluza negra, siendo estas dos últimas las especies más valiosas del Mar Argentino.

Un informe de Global Fishing Watch reveló que la frontera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) es una reserva de biodiversidad, y la actividad de los buques chinos en ella pasó de 61,727 horas por cada 500 kilómetros cuadrados en 2013 a 384,046 horas en 2023.

Recientemente, se supo que el buque pesquero Tai An, de bandera argentina pero propiedad de un empresario chino en Ushuaia, pescó ilegalmente merluza negra, una especie valiosa y protegida, lo que resultó en una multa significativa y la prohibición de pescar durante 45 días.

Con información de Infobae