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GLIOBLASTOMA

Argentinos lideran ensayo clínico de tratamiento contra un tipo de cáncer de cerebro

Se trata de Pedro Lowenstein y María Castro, quienes se formaron en las universidades de Buenos Aires y La Plata respectivamente, pero hace años trabajan en el Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Michigan.

Los argentinos Pedro Lowenstein y María Castro -quienes actualmente trabajan en el Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Michigan- desarrollaron y encabezan actualmente los estudios clínicos de unas nuevas terapias génicas -que en fase 1 arrojaron resultados buenos de tolerabilidad y aumento de supervivencia- para el glioblastoma, un tipo de tumor cerebral altamente agresivo y para el que en la actualidad no hay alternativas terapéuticas que extiendan la sobrevida a más de dos años.

El trabajo con los resultados del ensayo clínico de fase 1 fue publicado recientemente en la prestigiosa revista The Lancet Oncology y se inscribe en una serie de investigaciones que se desarrollan en el mundo en busca de una alternativa contra este tipo de tumor, que actualmente se trata con cirugía, rayos y quimioterapia con una droga llamada temozolomida con una efectividad muy reducida.

“Los gliomas son uno de los peores tumores que atacan a los seres humanos justamente porque no hay tratamiento efectivo y la sobreviva a dos años es del 5%; es decir que el 95% de los pacientes diagnosticados a los dos años están muertos”, indicó a Télam-Confiar Lowenstein en comunicación virtual desde su oficina en la Universidad de Michigan.

Lo que Lowenstein y Castro desarrollaron en su laboratorio fue una terapia génica: “Lo que propusimos es llevar dos vectores virales (cada uno codifica para una proteína diferente) que combinado con una droga llamada Valtrex hace que, por un lado, se maten células tumorales, y por el otro se atraigan las células dendríticas a la zona peritumoral que luego estimularán al sistema inmune para la generación de células tóxicas para el tumor”, describió.

En el ensayo clínico, del que participaron 18 pacientes (ocho mujeres y diez varones), se administraron diferentes dosis de ambos vectores y Valtrex y todas las dosis fueron bien toleradas.

“El segundo hallazgo fue que tuvimos varios pacientes con una sobrevida mayor de dos años, otro tanto con una supervivencia de más de tres años y un paciente con más de cinco años, lo que dado la sobrevida normal de este tumor son resultados muy buenos”, describió.

Y continuó: “Por su puesto que para determinar fehacientemente si la terapia está funcionando hay que hacer futuros ensayos de fase III, que incluyan un grupo control de pacientes”.

La tercera observación (junto con la Dra. Maria Luisa Varela) que realizaron en el estudio fue que “una de las proteínas que utilizamos (la timidina quinasa del virus HSV-1) estaba presente en el cerebro de pacientes hasta dos años y medio después de la inyección de los vectores virales”.

En el trabajo, tras la aplicación de los vectores virales, los pacientes tomaron la droga Valtrex (la que hace sinergia con la timidina kinasa para lograr el efecto citotóxico para las células tumorales); “entonces si la proteína se puede encontrar en el cerebro un tiempo después, la primera prueba que podemos hacer es suministrar Valtrex durante más tiempo para ver si se potencia el efecto de destrucción de las células tumorales”.

Es decir que, en un futuro no muy lejano, el estudio de fase 1b ó 2 incluirá no sólo más pacientes y grupo control, sino también algunas modificaciones en el tratamiento.

“Estamos en diálogo con la Universidad de California y con la de Harvard planeando ensayos combinando nuestra terapia con otras, porque seguramente las terapias van funcionar en combinación; lo que nosotros logramos en rearmar parte del sistema inmune en el cerebro, pero seguramente se lo puede potenciar aún más”, describió Lowenstein.

Los gliomas son tumores primarios que se originan en el parénquima cerebral; dentro de éstos están los glioblastomas (también se llama astrocitoma de grado IV, GBM, glioblastoma multiforme y glioma maligno) que se presentan mayoritariamente en adultos.

Aunque menos frecuente, también puede presentarse en la infancia; de hecho, es la primera causa de muerte por cáncer en la población pediátrica porque si bien las leucemias son más comunes, el glioma difuso es prácticamente fulminante para esa franja etaria.

Fuente: LB24 / Télam.

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