Un matrimonio argentino-uruguayo es la pareja con más tatuajes del mundo

Matrimonio argentino-uruguayo estableció un récord Guinness mundial por ser la “Pareja Casada Más Modificada del Planeta”. Gabriela, con el 70% de su cuerpo tatuado, y Víctor, con el 90%, tienen un total de 105 modificaciones corporales entre ambos.

Su historia de amor se entrelaza con su pasión por el arte corporal y la tinta en su piel. Víctor, de origen uruguayo, siempre quiso tener muchos tatuajes y su primer tatuaje, hecho a los 15 años, fue la palabra “FUCK” en las falanges de su mano izquierda. A través de encuentros fortuitos y una conexión especial, Gabriela y Víctor se encontraron, compartieron sus vidas y se casaron en Argentina.

El tatuaje se convirtió en una expresión artística importante para la pareja. Para ellos, el tatuaje representa recuerdos y emociones, una forma de vestir que los acompaña de por vida. Ganar el Récord Guinness mundial fortaleció su relación y les brindó la oportunidad de viajar por el mundo, presentando su espectáculo de suspensión corporal en diferentes culturas y países. Han recorrido alrededor de 26 países, incluyendo China, Estados Unidos, Francia, Italia y España.

El reconocimiento y el récord son un motivo de orgullo para ellos, ya que valoran haber sido fieles a su pasión por el arte corporal y al estilo de vida que han elegido. Además de su amor por los tatuajes, Gabriela y Víctor comparten el amor por los animales y tienen un santuario en su hogar donde cuidan y alimentan a 97 animales rescatados.

Como artistas del tatuaje, también brindan consejos a aquellos que desean hacerse un tatuaje pero tienen miedo. Gabriela destaca la importancia de elegir un artista responsable y analizar bien el diseño antes de realizarlo. Por otro lado, Víctor anima a superar el miedo, comparando el proceso con quitar rápidamente una curita y disfrutar del resultado.

El amor, la pasión por el arte corporal y su récord Guinness mundial han marcado la vida de Gabriela y Víctor. Su historia demuestra cómo el tatuaje puede ser mucho más que un adorno en la piel, convirtiéndose en una forma de expresión personal y un vínculo inquebrantable entre dos personas.

Fuente: El Destape