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violento asalto en noroeste

“Me patearon el labio y me clavaron una tijera en la pierna”

Una pareja de adultos mayores fue abordada por tres ladrones armados en su casa de calle Patricios al 1500. “Gracias a Dios estamos vivos los dos”, aseguraron.

Jorge, víctima del ardid de tres delincuentes armados y encapuchados que lo sorprendieron anoche en su vivienda del barrio Noroeste, habló esta mañana con el móvil de La Brújula 24.

Indignado por lo ocurrido, el hombre, ex combatiente de la guerra de Malvinas, recordó ese momento de terror con total entereza. Las marcas en su rostro y en las piernas, especialmente, demuestran que la pasó muy mal. Y por sobre todo, que no fue una tragedia por poco. “Gracias a Dios con mi señora estamos vivos”, afirmó.

Sobre el momento en que fue abordado por los ladrones, comentó: “Estaba guardando el auto, siempre mi esposa me dice que lo entre antes, y cuando fui a sacar las bolsas de basura vi que la puerta no me cerraba. Me la abrieron de golpe, me apuntaron con un arma y me tiraron al piso”.

En ese momento, los intrusos le precintaron las manos y comenzaron a golpearlo. “Me agarró uno, el que tenía el revolver, y los otros se vinieron hasta la cocina donde estaba mi mujer. Ahí empezó el delirio, me pedían dólares, me sacaron los anillos, me patearon en el suelo y decían que nos iban a matar”.

“Después me llevaron a la habitación de mi hijo y me patearon el labio. Uno me dijo que iban a tener que cortarme el dedo. Sentí un puntazo en la pierna izquierda y empezó a salirme sangre, me clavaron una tijera. En un momento dado les dije que creía que tenía 100 dólares que había comprado, y unos 3 mil pesos en la billetera. Les comenté que si querían íbamos al cajero, tenía mucho miedo por mi señora”, consideró el damnificado.

Y continuó con su relato: “Estuvieron unos 45 minutos, mientras me siguieron pateando. Me pusieron un trapo en la boca y dos frazadas arriba, pensé que me iba a asfixiar. Se llevaron la computadora Lenovo, otra EXO, una filmadora, unos audífonos nuevos que todavía no había usado, un televisor de 39, un celular que terminé de pagar este mes, dos anillos de oro con plata que teníamos de cuando cumplimos las bodas de oro, una medalla mía de 17 gramos, el reloj que no era de marca y alhajas varias”.

El dato, que genera aún más indignación, es que la medalla a la que hizo referencia Jorge es una que le dieron en la Marina por sus 35 años de servicio. “Después salieron por el garaje, dejaron la llave puesta de adentro, se ve que tenían un móvil. Mi señora me cortó los precintos y quedamos liberados. La verdad es que no te podés quedar tranquilo, el tipo te apunta, lo pone en la sien y te dice que te va a matar. Nos mostraban el tambor con las balas”.

“No dormimos prácticamente en toda la noche, ahora me duele un poco la ´pierna. Gracias a Dios que estamos los dos vivos y no sufrimos grandes consecuencias”, concluyó.

Mary, esposa de Jorge, también dejó plasmada sus sensaciones. “Estoy media delicada de salud y esto me ha hecho muy mal. Lo que no se llevaron lo rompieron, mi casa son todos escombros. Hoy no encontraba ni siquiera una cartera para poder ir a la Fiscalía. Quiero destacar la atención de la policía y del SAME que vinieron tarde para atendernos”.

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