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denuncia que le falta la medicación de su hija

“Tenés un hijo que se te muere de cáncer y estás atada de pies y manos”

“No vivimos en democracia, vivimos en burocracia. De secretaría a secretaría, papeles, números”, afirmó la angustiada madre.

Romina González tiene 34 años y en enero pasado le diagnosticaron cáncer de cuello uterino. Luego de iniciar el tratamiento su cuerpo no respondió favorablemente y requiere de otro medicamento para superar esta enfermedad. Tratando de encontrar la forma de conseguirlo ella y Elsa, su madre, están atrapadas en un laberinto construido con las paredes de la burocracia.

Elsa ha tratado de concretar que la obra social PROFE le cubra los costos, pero entre el papeleo y la activación del servicio transcurrirían unos seis meses. Así que ha recurrido a la Municipalidad, al Provincia y hasta al Ministerio de Salud de la Nación por ayuda y la respuesta o es negativa o requiere de largos plazos de espera.

“Me da impotencia. ¿Vos sabés lo que es que tu hija se está muriendo de dolor y que la medicación está y no son capaces de dársela porque no está la plata? A ver, ¿dónde están los derechos humanos? Déjense de joder y de hacer negocio con la salud. La medicación oncológica debería ser la más barata, no la más cara. Estás atada de pies y mano viendo cómo se te muere un hijo”, dijo Elsa en el programa Nunca es Tarde, que se transmite por La Brújula 24.

La mujer comentó que las primeras sesiones de radioterapia y quimioterapia las recibió sin problemas en el Penna y que el doctor que la trata se ha movido para conseguir otras, pero “el problema empieza ahora, porque es una medicación que vale $550 mil cada dosis y debe tomarla cada 21 días durante tres años”.

Romina ha recibido ayuda de personas que tienen el medicamento porque sus familiares ya no lo usan o porque fallecieron, pero requiere garantizarse una provisión segura y constante.

“Siento como si me pusieran una bomba entre los brazos y no sabés cuándo te van a cortar el cable rojo, hacés una cosa y crees que esta bien y no, para atrás de nuevo”, dijo.

Entre lágrimas, Elsa dice que a veces piensa que “la culpa es nuestra, por no tener una fortuna para pagar un tratamiento. Ahora estoy haciendo cadetería para tener un peso, porque tengo mis deudas, es una tragedia lo que nos está ocurriendo”.

“No vivimos en democracia, vivimos en burocracia. De secretaría a secretaría, papeles, números”, afirmó y agregó que el proceso está en manos de la justicia y que espera respuesta para saber si debe presentar una medida cautelar. “Acá no se vencen los plazos de papeles, se vencen los plazos de vida”, concluyó.

Para brindarle una mano a Romina se le puede facilitar el medicamento llamado Keytruda 100 mg o contactarla al teléfono 291 500 6055.

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