WhatsApp de Publicidad
Seguinos

en claromecó

Dos rugbiers desfiguraron a un joven tras una fiesta clandestina en la playa

Cuando la tragedia de Fernando Baez Sosa aún persiste en el recuerdo de muchos argentinos, un nuevo episodio de violencia que involucraría a rugbiers de la región fue denunciado en las últimas horas.

La víctima es un tresarroyense. Un estudiante de abogacía de 23 años al que, según explicó su padre, le desfiguraron el rostro tras una fiesta clandestina que se llevó a cabo en la madrugada de ayer en la zona del Segundo Salto, en Claromecó.

Se trata de Felipe Di Francesco, quien según declaró ante la policía en la seccional del balneario, fue golpeado por dos personas mayores de edad a los que identificó como Lucio e Ignacio Cozzi, de 31 años, quienes lo habrían agredido tras la realización de una fiesta llevada a cabo en un punto ubicado a unos tres mil metros del faro, en dirección a Orense.

Según la declaración penal que el padre del herido, Guillermo Di Francesco, compartió con el diario La Voz del Pueblo, el ataque habría ocurrido cuando Di Francesco, que se encontraba con su hermano mayor Ramiro (26) juntando la basura que habían dejado los asistentes a la fiesta en la playa, les pidió que colaboren con la higiene retirando “la gran cantidad de basura que dejaban” en el lugar.

En esas circunstancias, los damnificados denunciaron que los agresores se negaron al pedido y, junto con el grupo que se encontraban, comenzaron a insultarlos hasta que, minutos más tarde, sin mediar palabra, Felipe fue golpeado en el rostro hasta hacerlo trastabillar e impactar su cabeza contra la puerta de la camioneta.

“Dale, ahora juntá la basura vos, quiero que traigas la camioneta y juntes toda la basura si no te cagamos a palos”, le decían los atacantes.

Inocultablemente angustiado e indignado, Guillermo Di Francesco, relató lo vivido por su hijo: “Estaban en la fiesta, cuando se empieza a ir la gente ellos juntan la mugre que hay en la playa y vinieron estos pibes, borrachos, agarraron la caja en la que juntaron la basura y la tiraron al fuego (de una fogata). Entonces mi hijo mayor le dice ‘no hagas eso, porque nosotros nos llevamos la basura’ y ahí le dicen ‘¿pero vos quién sos para decirme?’ y fueron y le pegaron al hermano. No hubo ninguna discusión, nada, pero le pegaron al otro que no tenía nada que ver”.

Tras eso, el joven fue trasladado al hospitalito de Claromecó y, posteriormente a la clínica Hispano, donde según le informaron tras la realización de prácticas radiográficas, que presentaba “doble fractura de tabique, cuatro dientes rotos, un corte en la cara y un traumatismo en el ojo”.

“El radiólogo nos dijo que hay una doble fractura en el tabique, pero no había médico para que nos diga nada, mañana (por hoy), lo vamos a revisar bien para saber en qué puede influir eso en su respiración”.

“Amargura enorme”

De acuerdo al relato de Di Francesco, los agresores “son rugbiers, todos trabados, musculosos, le pegaron dos trompadas de callados y, cuando se estaba cayendo, le pegaron otra más con la que le partieron todos los dientes. No fue una pelea, porque él (por su hijo) no es de pelear, le pegaron de callado, de cobardes”, dijo antes de insistir en que, “son rugbiers, cuando vivían acá jugaban en el Club Cazadores y ahora que viven en La Plata, juegan en La Plata Rugby Club. Me gustaría que esto llegue allá para que los echen. Se piensan que pueden ir por la vida pegándole trompadas a la gente con impunidad. Tengo una amargura enorme”.

Luego de eso, los agresores fueron identificados en su domicilio por la policía de Claromecó tras la realización de la denuncia, la cual Di Francesco planea ampliar hoy por la mañana ante la fiscal Natalia Ramos, “precisamos los informes médicos y lo vamos a llevar a la Fiscalía para que esto no quede en la nada. Sobre todo por esta gente que, me dicen, que tiene antecedentes, no es la primera vez que lo hacen, son problemáticos, no les cabe en la cabeza”.

En tanto, Ramiro Di Francesco, hermano mayor de Felipe y testigo de lo ocurrido, recordó sobre el momento de la golpiza que “no quedaba mucha gente, los pocos que había estaban en la fogata y a Felipe lo agarraron cuando fue a buscar la camioneta. Pegaron un grito, cuando Felipe se da vuelta, le pegaron dos piñas y lo tiraron al piso. Son dos desquiciados, mi hermano tiene 23 años, es un pibe, y estos locos tienen más de 30 años, tendrían que estar con su familia, y andan haciendo quilombo en fiestas clandestinas”, concluyó indignado.

Lo más leído