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desgarrador testimonio

“Mi marido iba desatado en la camilla y golpeó su cabeza contra el asfalto”

La esposa de Jorge Hernández relató el triste desenlace. “Quizás era su destino, pero creo que esta muerte se pudo haber evitado”, resumió con un profundo dolor, en La Brújula 24.

Ana María de los Santos, viuda de Jorge Eduardo Hernández (el hombre que murió al caer de la camilla de una ambulancia que lo trasladaba a su casa), habló esta mañana con LA BRÚJULA 24, aún conmovida por el absurdo deceso de su marido, con el cual llevaba 58 años de casada y relató lo sucedido durante el mediodía del último viernes.

“Lo que pasamos fue horrible. Llegamos a casa luego de que mi marido recibiera el alta. Estaba todo perfecto, bajé de la ambulancia, dejé una bolsa en el comedor y vi que mi marido se caía. El único de los chicos que lo bajó dijo ‘uy’ y salió corriendo”, resaltó la mujer, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y aseveró: “Mi marido estaba desatado. La casa tiene una especie de desnivel de unos 5 centímetros a la altura del cordón de la vereda. Cayó desde la altura de la camilla armada y terminó golpeando la cabeza contra el asfalto, lo que le provocó un tremendo hematoma y un corte importante en la nariz. El chico me dijo que su compañero lo iba a limpiar”.

“Le sugerí llevarlo al hospital y me dijo que le traiga hielo. Lo miré a mi esposo y ya tenía los ojitos para atrás, le decía ‘Jorge, Jorge’, mientras le hacían masajes en el corazón. Cuando llegó al hospital ya no podía reaccionar. Quizás era su destino, pero también creo que se podía evitar”, sintetizó Ana María, con la voz entrecortada.

No obstante, aclaró que “ellos creían que era una pavada, pero tenía un golpe en la sien del lado izquierdo. A mitad de camino hasta el hospital, una doctora subió a la ambulancia y les preguntó si habían pedido código rojo, a lo que ellos le dijeron que no los habían atendido. La médica del HAM pensó que había sido por una frenada de la ambulancia”.

“La enfermera me dijo que el golpe no le debe haber dolido, pero yo ya no tengo más a mi marido. Solo pido que de ahora en más las personas que van en una camilla estén atadas. Al muchacho del sindicato le dijeron que mi esposo estaba atado, pero claramente era falso; el video lo corrobora”, dijo, promediando su testimonio.

Consultada respecto a la marcha de la investigación, sumó: “La autopsia da cuenta que la caída fue desde la altura de la camilla ya armada. Mi esposo estaba internado por un bloqueo en la próstata y le habían colocado una sonda para contener la pérdida de sangre”.

“Había entrado al HAM el 13 de abril a la madrugada, le habían frenado la hemorragia, por lo que la doctora le dio el alta y le prometió ir a verlo a mi casa. Solo le había sugerido que tome líquido. La médica fue la que decidió llamar a la Policía antes de otorgar el certificado. Él tenía mal una vértebra, a la espera de una operación en un cuerpo que no tenía tantas limitaciones para movilizarse. Quizás si le pasaba a otra persona podría haber amortiguado mejor la caída”, describió la viuda de Hernández.

Al epílogo, infirió: “El 14 de marzo habíamos cumplido 58 años de casados y estuvimos cuatro de novios. Mi esposo fue chofer de colectivos y se jubiló. La vez anterior lo habían trasladado en una ambulancia del 107, cuyo personal es muy atento, y tampoco lo ataron”.

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