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informe especial

Renacer: el grupo que enseña a transformar el dolor en amor

Se trata de un espacio para padres que comparten la dolorosa experiencia de haber perdido un hijo. Cómo y dónde son los encuentros. El relato de sus integrantes.

Foto ilustrativa

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24

La pérdida de un ser querido es uno de los desafíos más significativos que debemos enfrentar en la vida. Sin dudas. Su impacto puede resultar abrumador y confuso, lo que a menudo se traduce en largos períodos de tristeza y depresión.

Sitios especializados refieren que cada individuo responde de manera única a la pérdida y recurre a sus propios mecanismos para afrontar el dolor. Con el apoyo adecuado del entorno y menteniendo ciertos hábitos saludables, la mayoría de las personas pueden recuperarse.

¿Pero cómo se afronta la muerte de un hijo?

En este informe de La Brújula 24 vamos a hablar de “RENACER”, un grupo de ayuda mutua para padres que comparten esa dolorosa experiencia. Estos encuentros tienen como objetivo ayudar a soportar el dolor y aprender del mismo, dándole un sentido y significado a la vida. Lo único necesario para participar del grupo es querer.

La idea primordial, explican en sus fundamentos, “es recuperarnos de nuestro dolor y ayudar a otros a alcanzar paz y serenidad, con la seguridad de que todo lo que se dice en las reuniones no saldrá de ese ámbito”.

Y añaden, entre varios conceptos, que “acompañarnos para lograr que compartiendo el dolor, se vaya atenuando”. “Ayudarnos a elaborar el duelo dándonos el tiempo que cada uno necesita. Intentando elaborar miedos, autocompasión, ira, resentimiento, culpas, angustias y todos aquellos sentimientos que nos estén dañando”.

Beatriz Salomoni, Dorys Reale, Juan Martelli brindaron su testimonio en el programa “Nunca es tarde” y contaron cómo llegaron al grupo, lo que significa para ellos y para los que los rodean, además de sus expectativas personales.

“El grupo nació en Río Cuarto, cuando el matrimonio Berti había perdido a su hijo y fundó el espacio al que se acercó Violeta, una compañera nuestra, que inició luego las actividades en Bahía Blanca. Ya vamos casi 30 años en la ciudad. Pero incluso está en otros lugares del mundo”, comentó Beatriz en el inicio de la charla.

Y agregó: “Si yo tengo que hablar de lo personal, diría que no tengo más necesidad de ir al grupo. Ellos me apoyaron, me brindaron todo lo que podían, me escucharon, qué es lo más importante. El grupo nos contiene, pero además nos sugiere. En el grupo no hay psicólogos, somos todos papás, iguales. Pero sigo yendo porque trato de devolver lo que el grupo me dio”.

“En homenaje a mi hijo trato de ayudar a otros papás, como me ayudaron ellos a mí”, señaló.

Y enfatizó: “La ayuda la tenés que buscar, otros van al psicólogo y les sirve. Pero acá hablamos todos el mismo idioma, porque la vida nos puso del otro lado del camino, de lo anormal. Lo normal no es que se te muera un hijo, es antilógico. Yo perdí dos, uno por mala praxis en el parto y un chico de 16 años, por una enfermedad cruel. Y acá me ven parada, firme, con ganas de seguir ayudando a otros”.

Dorys, por su parte, comentó que “hace 6 años falleció mi hijo en un accidente de moto y a los pocos días me escribió una mamá contándome sobre la existencia del grupo”. “Desde ese día no dejé de ir, empecé a escuchar la experiencia de cada uno, que es la manera de presentarnos cuando llega alguien nuevo”.

“Nosotros tratamos de publicitar el grupo, pero en realidad es el boca en boca. En mi caso no sabía nada, miraba las noticias y cuando veía situaciones así pensaba ‘pobres padres’, hasta que me tocó a mí. Nunca pensás que te puede pasar, mis hijos salían a disfrutar con sus amigos y yo estaba tranquila. Cuando llegué al grupo escuché a una mamá que había perdido a dos hijos, como Beatriz. Entonces pensé que si esa mujer pudo atravezar ese dolor, yo no podía tirarme en una cama”.

“RENACER te da fuerzas, pero cada uno lo ve cómo está en ese momento. Yo creo que mi hijo no querría que me quedara tirada en una cama. Por eso sigo todos los días, él no merece que yo esté mal porque no fue su culpa”, consideró. Y contó que “un poco la idea grupal es devolver lo que uno recibe”.

“Básicamente el grupo te enseña a transformar el dolor en amor”, dijo.

juan martelli, Beatriz Salomoni y Dorys Reale contaron su experiencia en el aire de la brújula 24.

“Nosotros siempre decimos que todas las muertes son terribles y que todos los hijos son iguales. Lamentablemente, también tenemos muchos suicidios y creemos que las personas no encuentran en sus familias o amigos el apoyo que el grupo le puede dar”, añadió.

A su tiempo, Juan relató: “No todos los padres, cuando sucede esta tremenda noticia, está enterado del grupo. Y cuando finalmente concurren, después de un tiempo, que pueden ser meses o años, se preguntan por qué no fueron antes. Encuentran un lugar apto, dónde todos escuchan. Ahí se les da el lugar para expresarse”. Y argumentó: “acá los padres sacan todo lo que tienen adentro, lo que muchas veces no pueden hacer en su casa porque sigue siendo un tabú”.

Escuchá la nota completa en el aire de “Nunca es Tarde”, por La Brújula 24:

Las reuniones del “Grupo Renacer” se hacen en Sarmiento 374, en el Sindicato Luz y Fuerza, los miércoles de 18 a 20 (cada 15 días). Por consultas, se puede contactar vía Facebook o al celular 291-4258994.

Aspectos esenciales:

  • Preocuparse por el otro.
  • El grupo se debe, por encima de todas las cosas, a los padres nuevos y a los que más sufren.
  • El sacrificio y el esfuerzo deben ser personales.
  • La tarea de Renacer es solidaria y gratuita.
  • Renacer no se identifica con causa alguna mas allá de su misión.
  • Renacer no tiene preámbulos.

Objetivos de RENACER:

  • Enfrentar el dolor (la realidad dolorosa).
  • Aprender de esta realidad que nos toca vivir.
  • Otorgar al sufrimiento un sentido y en ese proceso
  • Dar un nuevo significado a la vida.
  • La más absoluta horizontalidad y abarcabilidad de los grupos.
  • No tenemos personeria juridica.
  • Ayuda mutua y no autoayuda.

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