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"se borraron"

Denuncian por estafa a un corralón

Se ubicaba en Sócrates al 1900, en Villa Soldati. Son varios los damnificados. Afirman que los dueños desaparecieron sin dar ningún tipo de explicación.

En los últimos días, fueron varios los oyentes y lectores de LA BRÚJULA 24 que se comunicaron con este medio para denunciar a un corralón del barrio Villa Soldati.

Se trata de la firma DTE, ubicada en Sócrates 1933. Según manifiestan los damnificados, el comercio cerró sus puertas y no entregó los materiales que ya habían sido abonados.

Por estas horas, ningún responsable del local atiende los teléfonos ni contesta mensajes.

Jorge Bilbao es uno de los damnificados y en diálogo con este medio refirió que “uno empieza con el sueño de construir la casa propia, averiguando presupuestos, y acá había precios que eran accesibles. Ellos te ofrecían congelar el precio y mantener el material por 4 meses”.

“Yo empecé en agosto del año pasado, cuando ningún otro corralón ofrecía eso por el tema del dólar. Pasaron los meses, siempre hubo problemas a la hora de entregar los materiales. Yo ya estaba en la etapa final, y me quedaba una última plata importante para retirar. Entonces traté de comunicarme con esta gente, vendedor y dueños, pero desaparecieron”, remarcó.

También dijo que perdió con este ardid “aproximadamente unos 300 mil pesos”. “Con eso iba a terminar el baño, lamentablemente”. “Gracias a Dios mi familia puede salir adelante, pero la gente está cansada de este tipo de personas que andan dando vueltas. Es probable que nunca recupere mi plata, pero quiero que se sepa bien quiénes son”.

“Hay gente que está mucho más complicada que yo”, argumentó con lógica indignación.

Y respecto del momento en que se enteró de lo que pasaba, recordó que “llamaba y no me atendía nadie, tampoco mensajes de WhatsApp. Le dije a mi señora que fuéramos después del trabajo y vimos el cartel de alquiler. Después nos fuimos hasta calle Brown porque se sabía que tenían una central ahí, pero tampoco estaban. Desaparecieron de todos lados”.

Carlos –nombre de fantasía-, por su parte, indicó que “yo ya le había comprado antes y me atendieron bien. Lo último que compré me quedó ahí, no pude seguir construyendo porque tuve un accidente. Eran 250 mil pesos más o menos, en ladrillos y cemento. Una vez hablé para ver si había algún plazo para retirarlos, pero me dijeron que no pasaba nada. Por eso me extraña toda esta situación”. 

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