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lo recortó de una revista

Tuerto se pegó un ojo de papel para que lo reconozca la APP Mi Argentina

Pablo Feighelstein necesitaba un certificado de circulación para irse de vacaciones.

Parece un chiste pero de fondo se esconde una situación dramática. Es que un hombre tuerto que porta un parche, debió recortar de una revista un ojo de caricatura para pegárselo y lograr así la validación del sistema de reconocimiento facial de la APP Mi Argentina. De otro modo, no hubiera conseguido el certificado de viaje cuando las restricciones sanitarias estaban más duras.

El protagonista de la historia es Pablo Feighelstein, un abogado y psicólogo de 67 años, oriundo de la localidad de Río Tercero, en Córdoba. Junto a su familia quiso viajar a vacacionar a Puerto Madryn el último verano pero se topó con la imposibilidad de tramitar el tan exigido certificado: la APP no lo reconocía.

“Viajábamos en enero de 2022, así que en diciembre de 2021 comenzamos a gestionar el certificado. Nos registramos en ‘Mi Argentina’ pero cuando me quise tomar la fotografía que piden para poder registrarme, no me dejaba y no me identificaba el rostro”, contó a Los Andes.

Durante la entrevista agregó que la aplicación “no procesaba la información y me rechazaba la solicitud” mientras necesitaba de manera urgente el certificado.

Una salida ingeniosa

No era la primera vez que Feighelstein se encontraba con una situación limitante frente a un trámite vinculado al Estado. Fueron varias las veces que tuvo algún inconveniente al menos desde sus 15 años, cuando sufrió un cáncer y perdió su ojo izquierdo.

El certificado de vacunación, uno de los documentos disponibles en la APP donde es necesario un reconocimiento facial. Mientras en ocasiones anteriores hasta debió recurrir a la Justicia, esta vez tuvo una salida más rápida e ingeniosa.

“Fui al cajón de casa donde los chicos guardan sus revistas y recorté el ojo de una caricatura de una revista Billiken. Lo pegué encima del parche y cuando puse la cara en la cámara para tomarme la foto, recién allí la aplicación me reconoció la cara y me permitió registrarme”, contó el hombre.

De ese modo, el hombre logró burlar a la aplicación cuyos parámetros de reconocimiento claramente no contemplan la diversidad de rostros que existen en el país y casos como el de Feighelstein.

“Siento que con estas cosas nos toman el pelo y no podemos quedarnos de brazos cruzados”, añadió.

En esa línea, insistió con que “es muy poco fiable el sistema de reconocimiento facial y la aplicación en general”. Agregó que “lo que da más bronca es todo lo que se gasta el Estado en esta herramienta”.

Fuente: Perfil

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