Cuando los ingleses nos ganaron de vuelta

Por Fernando Quiroga
Especial para La Brújula 24

Cuando hablamos de “Los ingleses” aquí, en Argentina, siempre es todo un tema. Se mezclan las pasiones populares (claras heridas abiertas del conflicto de 1982), tirando por tierra toda posibilidad de arribar a un comentario objetivo sobre tal o cual cosa. Así, por ejemplo, hay mucha gente que admira a Queen, especialmente a Freddie Mercury, sin embargo, está quién dice “ese tipo fue inglés, hizo música extranjera que no nos corresponde” como si mientras el hipotético interlocutor lo dijese, hiciese un culto a las bombachas de campo, las alpargatas y al mate amargo. No, por el contrario, seguramente se envuelve en opciones de la modernidad con marcas sajonas, un celular o un jean que tampoco fueron concebidos en nuestra tierra. Y sin mencionar que, tal vez, no sea cultor ni del folklore ni del tango.

Lo claro es que hay que aprender a separar las cosas. Los productos realizados por el pueblo británico, no tienen que estar (ni están) teñidos por la subjetividad de los funcionarios (ya jubilados) del gabinete de Margaret Thatcher, artífices, junto a Galtieri y compañía, de los eventos acaecidos en el Atlántico Sur.

Por ello lo que resulta curioso (y hasta gracioso), y sea tal vez materia de análisis para otros artículos, es que uno de los productos audiovisuales más vistos (y aclamados) en el pasado 2020 empantanado, haya sido The Crown.

Las dos primeras temporadas protagonizadas por Claire Foy, en el bucólico roll de la Reina Elizabeth II (actual monarca nonagenaria del Reino Unido) hicieron las delicias del mundo, logrando posicionar la serie entre las más vistas y aclamadas. Sin embargo, la tercera (también de alto impacto) y la cuarta (punto de partida de este comentario), ya protagonizadas por Olivia Colman, incrementaron la audiencia considerablemente.

¿El secreto? tal vez la expectativa de chusmear el abordaje de cierta contemporaneidad que nos incluye. Temas como la Guerra de Malvinas (más allá de ser considerada una temática que, naturalmente nos toca desde lo personal) o el ascenso de Lady D a la nobleza británica, no solo recrean la niñez y juventud de los que superamos los cuarenta y tantos, sino que despiertan la curiosidad de generaciones posteriores que gustan de arribar a la historia desde lo estético; ¿Cuántas veces hemos escuchado la frase (que nos incomoda): “Para que voy a leer el libro si está la película”?… bueno, las tiras televisivas, a partir de la hegemonía sorpresiva de las plataformas, vienen la suplir al Séptimo Arte en estos planteos un poco bizarros.

Claramente The Crown, la ficción que cuenta (desnuda, de cierta forma) las intrigas palaciegas de la Reina, contra todos los pronósticos de esta Argentina impredecible, sostuvo records de audiencia por más de dos meses y en forma consecutiva.

Tal vez, la increíble actuación de Gillian Anderson (la recordada pelirroja que encarnó a Dana Scully, en Los Expedientes Secretos X) en el roll de La Dama de Hierro, tuvo mucho que ver; o la fragilidad y notable parecido de la joven Emma Corrin en el papel de Diana Spencer. Como fuere, The Crown, por más que en este momento no esté en el Top Ten de Netflix (su plataforma) aún es tendencia en las pantallas de este verano de transición, en este 2021 que lucha por escapar de la posibilidad de seguir siendo una ficción apocalíptica; donde el encierro vuelva a ser el protagonista.

Desde La Brújula 24 te invitamos a ver las cuatro temporadas de The Crown.

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