WhatsApp de Publicidad
Seguinos

pobreza extrema en bahía

Viven en condiciones extremas y piden ayuda: “De noche no podemos dormir por miedo”

El duro relato de una madre.

Foto de archivo (ilustrativa)

Micaela, sus dos pequeños hijos y su marido están atravesando un momento difícil. La pobreza extrema hizo que tuvieran que instalarse en una toma de tierras situada en la periferia bahiense, bajo las condiciones más precarias que uno pueda imaginarse.

El frío y el hambre se hacen sentir, por eso necesitan ayuda. Y es urgente. “Estamos al lado de Yaguar, viviendo en un ranchito chiquito que tuvimos que hacer en tres días, porque no teníamos dónde estar”, contó la mujer en diálogo con el periodista Germán Sasso, por La Brújula 24.

“Hace frío, no tenemos cómo cocinar. Es para los nenes más que nada. Tenemos piso de tierra, un ventiluz tapado con nylon para simular una ventanita. Chapas que nos han dado, pero todas rotas. Lo que nos puedan ayudar nos va a venir bien igual, dormimos todos en una camita. Con un colchón, algo para cocinar eléctrico. Lo que sea va a venir bien porque no hay nada, no me pongo en exquisita porque no estamos en condiciones de hacerlo”, apuntó.

En ese mismo sentido, Micaela explicó “lo básico para cocinarle a mis hijos. De ropa algo tenemos, no sería tan necesario. Con algo para dormir, cocinar y calentarnos estaríamos bien. Tengo dos hijos, uno de 5 y uno de 11, y mi marido que hace changas”.

“Si alguien lo necesita bienvenido sea, no hay problema. Hace de todo, albañilería, agua, se la rebusca, limpia patios, lo que sea. Yo además cocino. Antes nos prestaban una casa mis suegros, pero ya no pueden hacerlo y nos tuvimos que ir. Fue horrible, pero no pasa nada, volvimos a empezar desde cero, al menos estamos los 4 juntos”, manifestó.

Y destacó: “Pienso que Bahía es muy solidaria y nos van a ayudar, en algún momento nosotros vamos a estar bien y podremos ayudar. No dormimos, pero los chicos lo hacen de cansados que están, bien tapados. Nosotros nos quedamos con los ojos bien abiertos por miedo, no es fácil tampoco estar a la intemperie, con frío y con hambre. No tenemos ni para calentar agua”.

“Antes teníamos trabajo y estábamos bien, pero eso cambió. No es toda gente mala en una toma, somos todas familias que estamos remando para poder salir adelante”, dijo.

Por cualquier tipo de ayuda, puso a consideración su teléfono celular 291-5096027.

Lo más leído