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Por Pablo J. Casella

Pandemia, una oportunidad para la integración del sistema de salud

Por Pablo J. Casella, médico y director Hospital Privado Dr. Raúl matera

La inesperada pandemia actual, que generó un cambio en nuestras vidas y la del mundo entero, puso en tensión a nuestro sistema sanitario, a pesar de estar muy desarrollado y haber recibido una mayor inversión que muchos de los países de América Latina. Igualmente, esto no siempre se refleja en mejores indicadores de salud. Se presenta desde su origen fragmentado, con una clara división entre el sector de gestión privada y el sector de gestión estatal. La pandemia dejó claro que esta fragmentación lo vuelve menos eficaz y más costoso.

Este nuevo escenario obligó al sistema sanitario nacional a dar una pronta respuesta para asistir de manera efectiva a nuestra población. Rápidamente se pusieron en marcha mecanismos para conseguir insumos y material para testeos, equipar hospitales, multiplicar el recurso humano, estudiar tratamientos (plasma) e investigar las vacunas que hoy comienzan a mejorar definitivamente esta crítica situación. Todo esto se dio con una integración de hecho de todos los sectores de la salud.

¿Pero qué paso en Bahía Blanca con nuestro sistema de salud?

En Bahía Blanca, el sistema de salud comprendió que ninguno de los sectores que componen este sistema fragmentado podía enfrentar la pandemia por sí solo. La coordinación de acciones entre los diferentes actores del sistema sanitario bahiense fluyó de modo espontáneo, forzado, claro está, por una realidad compleja que nos ponía en peligro. La solidaridad, el trabajo conjunto y el firme compromiso de dar una respuesta efectiva fueron el punto de partida de integración solida entre los sectores de gestión estatal y de gestión privada

Tuvimos y tenemos aún muchas diferencias, pero la realidad era y es todavía tan contundente como la respuesta que debíamos y debemos dar. El sistema integrado de salud ya dejó claro que garantiza equidad y calidad de atención en todos los sectores de la comunidad durante el proceso de salud – enfermedad. La pandemia tarde o temprano va a terminar y es aquí donde surge una gran oportunidad para el futuro del sistema de salud bahiense. ¿Seremos capaces de mantener esta integración cuando todo esto termine?

Los diferentes actores que forman el sistema de salud son complementarios, se necesitan y se retroalimentan en forma permanente. Esta integración forzada por la realidad durante la pandemia no deja dudas: la integración da como resultado una mejor atención. Es claro que debemos mantener, organizar perfeccionar y profundizar esta integración. Este es el desafío, y creo que es una obligación aceptarlo.

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