Comienza el juicio contra un catequista acusado de abuso

En medio de manifestaciones a favor y en contra, comenzó a desarrollarse esta mañana –hasta el viernes– el juicio por jurados contra Juan Matías Bongiovanni, acusado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda de la víctima y abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de dos de sus alumnas.

De la investigación realizada por la Fiscal Marina Lara, titular de la UFIJ Nº 14, surge que Bongiovanni era docente de catecismo, teología y derechos humanos en distintos colegios religiosos de la ciudad y en ese marco, había armado un grupo de voluntariado social denominado “Aclaró” del cual se valía para generar momentos de estrecha confianza con menores e incluso viajes a otras localidades.

El docente fue detenido el 7 de abril de 2021 en la localidad de Coronel Suárez por orden de la jueza de Garantías Dra. Marisa Promé, más tarde declaró frente a la fiscal y negó tener relación con los hechos que se le imputan.

El debate oral estará a cargo de la jueza técnica Dra. Claudia Fortunatti, integrante del Tribunal en lo Criminal N° 2 y las audiencias se desarrollarán a partir de las 9.30 en el quinto piso del Palacio de Tribunales, ubicado en Estomba 34.

Luciana Ferrara, pareja de Bongiovanni, habló con el móvil de La Brújula 24 y dijo que “esperamos que las cosas sucedan siendo justas, nosotros estamos convencidos de su inocencia. Hay mucha gente conocida y no conocida que lo apoya, diciendo basta a las falsas denuncias. Lo conocemos, yo soy su pareja desde hace 10 años, es la palabra de uno contra otro. Él a lo largo de todo este tiempo, es profesor de filosofía y siempre se ha desenvuelto sin problemas en todos los lugares en los que trabajó”.

Cleia Severini, de la ONG Creer Sí, por su parte, aseguró que “nosotros trabajamos el abuso sexual hacia infancias y adolescencias y creemos que es muy importante el caso por todo lo que pasaron estas chicas. Queremos brindar nuestro apoyo y solidaridad porque esto hay que visibilizarlo. Lo delicado no es que sea un profesor el victimario, alguien que trabaja en la construcción, o quien sea. Lo grave son las conductas de abuso que infringe sobre los chicos”.