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“Amenazaron con cortarle la lengua a mi hija”

Habló la mujer a la que le arrancaron las uñas en un asalto

Ocurrió en el barrio privado San Eliseo de Guernica, en el Gran Buenos Aires. “Nos decían que venían en busca de dólares”, explicó la víctima.

El relato es tenebroso. Un guion escrito para una película de terror. Mónica López contó cómo junto a su marido, sus dos hijas y la niñera, fueron torturados durante una hora por ladrones que ingresaron a su casa del country San Eliseo, en la localidad bonaerense de Guernica, para robarles un dinero que ellos no tenían.

“Nos despertamos a la madrugada del miércoles con cinco personas adentro de nuestra casa. Dos que estaban con las gemelas (sus dos hijas) y la niñera. Los otros tres en nuestra habitación apuntándonos con armas”, comenzó Mónica en su dramática historia.

“Nos gritaban, nos decían que venían en busca de los dólares, pero nosotros les dijimos que no teníamos dólares ahí, que teníamos pesos”, dijo.

Lo que siguió fue una pesadilla. Primero dos de los ladrones bajaron con el marido de Mónica, el empresario gastronómico Maximiliano Ferrari, a buscar parte de esos pesos al garage.

El resto se quedó con ella. Uno de los ladrones le agarró la mano y le pidió que le dijera dónde escondían los dólares. Ante la negativa, le arrancaron las uñas con un alicate.

“Me sacaron una uña de una mano con un alicate y me pedían los dólares. Le dije que tenía mil dólares en una cartera y uno dijo ‘ah, ahora tenés dólares’ y me arrancaron cinco uñas más de la otra mano. Yo les decía que no”, agregó.

Luego volvieron a traer a su marido hasta la habitación. Siempre gritaban y pedían por lo mismo: dólares

“Ya en la pieza empezaron a golpear y patear a Maxi en el piso. Como no le dábamos la respuesta que querían uno de los ladrones agarró a una de las gemelas y amenazaron con cortarle la lengua. Nosotros ya no teníamos mas que darles”, explicó la mujer.

En ese momento, según contó Mónica, la situación cambió. La pareja comenzó a forcejear con los ladrones. Ella le mordió el dedo a uno que intentó sujetarla y producto de eso recibió un culatazo en la cabeza que la hizo caer y perder mucha sangre.

“Cuando se dieron cuenta que habían perdido el control, porque realmente ya la situación estaba descontrolada, agarraron la bolsa con los pesos y se fueron“, recordó en diálogo con TN.

La mujer dijo que creen que el robo no fue al voleo y dio su teoría: “Podrían haber ingresado a otra casa que tenían más cerca. Además pedían por los dólares todo el tiempo y hasta nombraron a las gemelas sin verlas. Alguien les pasó una información equivocada”, expresó.

Sobre su estado de salud dijo que está en plena recuperación, pero que lo peor son las secuelas psicológicas que le quedarán tanto a ella como a su familia: “Doy gracias a Dios que estamos vivos. Podría haber sido una masacre, se les podrían haber escapado algún tiro”.

Y completó: “No me siento segura, tengo pánico, estoy angustiada, no puedo dormir. Me despierto soñando con ellos. Me despierto asustada, ahora estoy con medicación psiquiátrica y viendo cómo seguir”.

En busca de pistas

Un paso clave será el análisis de las cámaras de seguridad. “Hay algunas imágenes, poco claras, pero que puede servir para sumar detalles importantes. Las estamos analizando”, contó a Clarín uno de los investigadores.

La fuente consultada marca esos parámetros: robo al voleo, nada de logística u organización, y mucha violencia debido a que no eran ladrones acostumbrados a este tipo de ataques. “Pueden hacer cualquier cosa“, remarca uno de los investigadores del feroz asalto

En una primera instancia se creyó que los ladrones habrían ingresado a través de un túnel cavado en las afueras del perímetro del barrio cerrado, que cuenta con un sistema de cerco electrificado alrededor.

Clarín pudo confirmar que la banda entró tras cortar ese cerco perimetral, además de cavar un pequeño pasadizo. Se investiga cómo lo hicieron si es que el alambrado tiene una conexión eléctrica.

El lugar está ubicado en la Ruta 58, en una zona de countries. Los delincuentes escaparon con una fuerte suma de dinero, que según trascendió rondaría los 4 millones de pesos.

De acuerdo con información suministrada luego del hecho, la Policía comenzó a recorrer el barrio cerrado y montó un operativo para tratar de encontrar a los ladrones, ante la posibilidad de que se hubiesen escondido en alguna otra casa. Al momento no pudieron localizar ningún sospechoso.

El caso es investigado por la fiscal Karina Guyot, de la UFI descentralizada del Departamento Judicial de San Vicente.

Fuente: Clarín

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