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Nueva medida

El Gobierno flexibilizará el ingreso de argentinos desde el exterior

Las restricciones se iniciaron para retrasar la llegada de la variante Delta de coronavirus. Aumentarán a 100 por día la cantidad que puedan arribar al territorio nacional.

En el seno del gabinete se discutió toda la tarde del jueves qué hacer con el cierre de las fronteras, entre los puntos más importantes a definir del nuevo DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que saldrá este viernes. Con un ojo atento en que no ingresen demasiados argentinos que puedan traer consigo la variante Delta, y el otro puesto en las elecciones del 12 de septiembre, en el Gobierno se resolvió poner en marcha una leve y gradual flexibilización del ingreso de argentinos del exterior, y cierto relajamiento en lo que hace a los viajes en grupos dentro del país.

Como generalmente ocurre, el trabajo fue a contrarreloj. En las oficinas de Santiago Cafiero y de Vilma Ibarra fue donde hubo más reuniones y consultas. Y desde el Ministerio de Salud, que comanda Carla Vizzotti, fueron aportando información de último momento para poder tener más certezas sobre las cuales basar sus decisiones, las que podrían durar unos 15 días. Es que a las 23.59 de este viernes 6 de agosto vence el último DNU emitido por el Gobierno para regular la circulación y la entrada y salida de argentinos del país, en función de la pandemia desatada por el Covid-19.

La idea es aumentar de a 100 por día la cantidad de argentinos que pueden volver al país, siempre a través de los aeropuertos autorizados (Ezeiza, Aeroparque y San Fernando) y del puerto de Buenos Aires. Así, el Gobierno planea pasar de los 1.000 pasajeros por día que hoy pueden entrar al país a 1.200 en dos semanas. Si todo sale bien, cuando este DNU venza y se renueve, se podrá ampliar aún más el cupo, así hasta llegar a los 2.000 por día que estaban autorizados antes del cierre más estricto de fronteras.

El primer paso en este camino de la flexibilización leve y gradual, ya había sido dado el miércoles, cuando la Dirección Nacional de Migraciones -que comanda Florencia Carignano– habilitó el ingreso al país de ciudadanos que no son argentinos pero son parientes directos de argentinos, con el objetivo de lograr la “reunificación familiar”. Esta medida entrará en vigencia el sábado y contempla que extranjeros puedan alegar cuestiones de reunificación familiar ante las aerolíneas para poder viajar. El dato es que estos casos no serán contados dentro del cupo fijado por el Gobierno.

Pero, aunque se mostró optimista respecto de la mejoría de los números, Carignano subrayó que es indispensable que todas las jurisdicciones mantengan al rajatabla los controles epidemiológicos y el cumplimiento del aislamiento de quienes llegan desde el exterior.

Por eso el nuevo decreto mantendrá intacta la exigencia de los 7 días de cuarenta que deben cumplir los pasajeros al llegar, así como también la exigencia de hacerse tres tests de PCR: uno previo a subir al avión para volver, otro al llegar en el aeropuerto, y el último al séptimo día. El propio Alberto Fernández cumplió con estos pasos al volver de Perú, y recién este jueves pudo concurrir a su despacho de la Casa Rosada.

Todo esto se supone que ocurrirá mientras avanza el plan de vacunación. “El agosto de las segundas dosis” es una premisa que desde el Ministerio de Salud impulsan con fuerza. Buscan llegar a septiembre -mes electoral, por cierto- con más del 60% de los mayores de 50 vacunados con dos dosis y con una buena proporción de la ciudadanía en general vacunada. Así, aseguran, se podrá ir abriendo tanto la actividad económica como las fronteras, aun cuando la Delta siga siendo una amenaza, pero sólo de contagio, ya no de agravamiento del uso de terapias intensivas ni de la mortalidad.

Fuente: Diario Popular

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