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En exclusiva para la brújula 24

Eduardo Blanco: talento argentino que brilla con excelencia en el mundo

El consagrado actor argentino, entre otros papeles emblemáticos, encarna al Capitán Santiago Aguirre en la ficción española “Altamar”, aplaudida en más de 180 países.

Nacido el 28 de febrero de 1958 en Buenos Aires, Eduardo Blanco es sinónimo de actuación en su máxima expresión. En su palmarés se hallan numerosas y brillantes apariciones en cine, teatro y televisión. Y hay para todos los gustos.

Haciendo un breve repaso por su trayectoria es dable destacar que su debut en la pantalla grande fue en Victoria 392 (1984), donde conoció y entabló amistad con el director Juan José Campanella y su guionista Fernando Castets. Ese dato no resulta menor, ya que Campanella y Castets se dedicaron después a escribir papeles específicamente para él en una trilogía de películas que tuvo a Ricardo Darín como gran protagonista y a Blanco como su amigo: El mismo amor, la misma lluvia (1999), El hijo de la novia (2001) y Luna de Avellaneda (2004).

Y hoy, el consagrado actor encarna al Capitán Santiago Aguirre en la ficción española “Altamar”, aplaudida en más de 180 países. Aunque su recorrido es extenso. Y sobre todo, de calidad. Ponerse a enumerar los éxitos que lo vieron en sus filas resultaría una tarea casi interminable.

El equipo del programa “Tal cual es”, que conduce Fernando Quiroga por LA BRÚJULA 24 tuvo el honor de dialogar con el artista. ¡Y como es habitual en este espacio radial, la charla fue para alquilar balcones!.

Primero, sobre sus raíces. “Mis padres, como muchos inmigrantes adoptaron nuestra tierra como si fuera propia. Yo he conocido los lugares donde ellos han vivido y es muy emocionante, tengo familia en Madrid, en Galicia, me une un vínculo emocional. Recuerdo cuando las hermanas de mi madre se comunicaban por carta y en ‘Vientos de agua’ se habla un poco de eso, de las migraciones entre España y Argentina”.

“Tuve la suerte de ser convocado para “Altamar” que ha sido todo un suceso”, reconoció, y con total humildad explicó que “siempre hace falta una cuota de suerte, más allá de que no le quito el mérito a nada, a lo mejor tiene que ver con la propia energía que uno le pone a las cosas”.

“Vientos de agua, por ejemplo, en las emisiones de aire tanto en España como Argentina no tuvo tanto éxito. Y después, con la llegada del DVD y las nuevas plataformas, lo fue. Son cosas que a lo mejor no me explico”, aseveró.

Volviendo a Altamar, Blanco habló sobre el papel de Nicolás Francella y dijo que “siempre que llega algún argentino a trabajar España me pone contento, como si me estuviera pasando a mí. No quiero spoilear nada, pero en la serie no me ha tratado muy bien”.

“Yo fui allá a hacer una temporada de teatro y eso me generó un compromiso de 8 meses, con lo cual tuve que pedir permiso en casa”, contó entre risas. “Yo tenía mis dificultades cuando me convocaron para la serie, pero la producción fue muy generosa conmigo. Es una aventura totalmente nueva, es muy raro salir en tantos idiomas, me resulta gracioso”.

“Me escribe gente de todos lados y es como que no me doy cuenta”, agregó. En esa misma línea, Blanco relató que “yo siempre fui un hombre de teatro y por eso cuando tomo dimensión de esto me causa algo de gracia, prefiero verme hablando en argentino”.

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