Hace dos años un joven de Bahía Blanca realizaba reparaciones en la red cloacal de Catriel y perdió la vida al aspirar vapores de ácido sulfhídrico, que emanaban de los residuos.

El episodio ocurrió el 19 de noviembre de 2016 y otros compañeros que quisieron ayudar al operario --identificado como Mauro Malmoria, de 22 años-- también sufrieron heridas de consideración.

La víctima trabajaba para la empresa Rimsol y los responsables de la firma César Augusto Marino (presidente del directorio), Claudio Ramiro Monge (responsable técnico de la obra) y Horacio Genovese (a cargo de seguridad e higiene) irán a juicio por su muerte.

El delito es "homicidio culposo en concurso ideal con lesiones graves". Fuentes allegadas a la investigación indicaron que los acusados le ofrecieron a la madre de la víctima una reparación económica, pero que la mujer la rechazó.

En su momento testigos del siniestro relataron que los operarios, sobre todo Malmoria, “no contaba con el equipamiento necesario y por eso se asfixió”.

Fuente: LU15/LB24