La vida de Micaela Ortega se truncó abruptamente y en un contexto de extremo dolor, por las circunstancias que rodean a su crimen y el proceso que significó su búsqueda hasta el hallazgo de su cuerpo y el largo peregrinar hasta que en el juicio fue condenado a perpetua el femicida Jonathan Luna.

Toda su familia con un vacío enorme y está viva en su recuerdo, aunque no logren encontrarle sentido al día a día. Y hoy, 4 de agosto, no es un día más para su mamá Mónica Cid (madre de la nena y cara visible en su peregrinar para lograr que se haga Justicia) ni las personas que compartieron la infancia de "Mica" que por estas horas festejaría sus 15 años.

Por eso, todos ellos convocan a una misa en su recuerdo. Lo que debió ser un día festivo por el significado que tiene para cualquier adolescente que llega a esa edad, estará teñido de mucho dolor por aquella noche del 28 de mayo de 2016, día en el que fue encontrado el cadáver de la niña en un descampado cerca del Frigorífico Villa Olga.

La celebración religiosa tendrá lugar mañana a las 19 en la Iglesia La Piedad, donde se espera que la comunidad en general acompañe en este duro trance a todo el entorno de quienes hoy padecen su ausencia.

EL CASO

El 23 de abril de 2016 la mamá de Micaela se fue a trabajar y más tarde llamó a la abuela de la menor para que la despierte. Fue entonces cuando descubrieron que la chica había dejado un muñeco en su lugar dentro de la cama.

Jonathan Luna la había contactado a través de Facebook y se había hecho pasar por otra chica de su misma edad. La engañó y así la convenció de encontrarse. La imagen de ambos caminando juntos recorrió todo el país. Mientras, todos seguían buscando a Mica.

Finalmente, su cuerpo apareció el 28 de ese mes en las afueras de la ciudad. La habían golpeado y estrangulado hasta matarla.