WhatsApp de Publicidad
Seguinos

informe especial

Crisis ambiental: cómo evitar un colapso inminente

El deterioro es evidente. Estudios revelan que ya no alcanza solamente con modificar conductas individuales. “El cambio climático es una realidad y hay que adaptarse”, afirma un especialista.

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24
[email protected]

En el inicio de la semana pasada se “celebró” en todo el mundo el Día Mundial del Medio Ambiente, centrándose en la búsqueda de las soluciones a la contaminación por plástico.

En tal sentido, este año se cumplió el 50 aniversario de dicha conmemoración, tras lo que fuera su establecimiento oficial por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972.

A través del tiempo y con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente a la cabeza, esta fecha fue creciendo hasta convertirse en una de las más importantes para la divulgación medioambiental. Miles y miles de personas se van sumando a participar de forma virtual y presencial en actividades, eventos y todo tipo de iniciativas alrededor del planeta.

Más allá de eso, no hay nada por festejar. Porque, por el contrario, lejos estamos del ideal. (léase también: “Cambio climático: la ONU advirtió que “el mundo se dirige al desastre”).

De acuerdo con un informe elaborado por la ONU, la contaminación por plásticos podría reducirse en un 80% de aquí a 2040 si los países y empresas efectúan profundos cambios de política y de mercado utilizando las tecnologías existentes.

Mientras tanto, la humanidad produce anualmente más de 430 millones de toneladas de plástico, dos tercios de las cuales son productos de vida corta que pronto se convertirán en residuos. Los costos sociales y económicos de la contaminación por plásticos oscilan entre US$ 300.000 millones y US$ 600.000 millones al año. Difícil.

Enrique Viale es un reconocido investigador, docente e integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, quien habló al respecto con La Brújula 24.

Primero, recordó que “se impuso ese día como lugar de reflexión, para pensar lo que estamos haciendo con el mundo y la naturaleza. Pero decimos que no hay nada para festejar porque las acciones de daño no se redujeron, peor aún, se intensificaron”.

Y dijo en esa misma línea que “la presión que efectuamos creó un verdadero colapso climático en todo el planeta, lo cual ya estamos viviendo y va a seguir empeorando, al contrario de lo que se pretende”.

Un punto sin retorno

A modo de análisis, Viale señaló con firmeza que “en varios temas estamos en un lugar de no retorno, porque incluso si dejamos de contaminar de un día para el otro, los gases del efecto invernadero ya tienen un efecto residual que seguirá generando calentamiento global durante años”.

“El cambio climático es una realidad y será mucho peor en el futuro. Por eso es que hay que empezar a adaptarse, pensar que las condiciones del planeta cambiaron. Lo estamos viviendo con un montón de situaciones extremas, como son claramente las olas de calor, incendios forestales e inundaciones. Es como que ya lo naturalizamos”, insistió.

“El cambio climático es una realidad y será mucho peor en el futuro”.

Y agregó: “Son cosas que nos tienen que hacer pensar un poco, por ejemplo los modelos de maldesarrollo que llevamos adelante localmente. Porque si a todo esto le sumamos desmonte para ampliar la frontera sojera, uso de millones de litros de agua para hacer fracking –técnica para aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo-, expansión de la megaminería, evidentemente no estamos bien”.

Consumo y desigualdad

Respecto de los hábitos de vida en general, teniendo en cuenta la imperiosa necesidad de generar un cambio, Viale manifestó que “hay una porción pequeña de la humanidad que tiene un nivel de vida determinado, de alto consumo, pero para que eso ocurra lo que se necesitan son zonas de sacrificio. En este caso es el sur, que pone su territorio”.

“Si todos consumiéramos como un estadounidense medio, necesitaríamos por lo menos seis planetas. Es decir que el propio sistema es una mentira, porque para que exista eso necesitás que otras partes del planeta te provean”, añadió. Y refirió que “no es casual que las regiones del sur sean las más desiguales”. 

“La historia de América Latina es historia de saqueo que todavía se mantiene. Nuestro país tiene fracking, megaminería, 24 millones de hectáreas de soja transgénica, todo el modelo actuando de la misma manera. Y sin embargo tenés más de la mitad de los pibes bajo la línea de pobreza. Entonces la solución no es hacer más de lo mismo”, consideró.

Nuevas generaciones

“Hay una corriente de pensamiento distinta, pero no al nivel de lo que exponemos. Sí hay conductas individuales, aunque no alcanza. Lo que tenemos que romper son los modelos de maldesarrollo que nos imponen. Esa vuelta de tuerca aún no la tienen los jóvenes”. “Si seguimos siendo el coto de caza de Estados Unidos, de Europa, de China, no salimos”.

El rol de América Latina

“Yo no creo que sea imposible, creo que se puede hacer si hay una salida en conjunto de toda América Latina. Gustavo Petro, el presidente colombiano, está haciendo cosas muy interesantes, y hay que prestarle atención. Lula también, por ejemplo, y hasta Boric en un primer momento. Imaginar que se uniera la Argentina sería armar un bloque muy interesante”, aseveró Viale.

El relato completo de Enrique Viale:

Lo más leído