Oscar Hugo Almarás y su mujer Dora Beatriz Cifuentes, las víctimas argentinas de la tragedia aérea de La Habana, vivían en Mar del Plata.
Ella trabajaba de enfermera. El se había retirado el año pasado como tesorero de un banco. “Eran excelentes personas”, los recordó un familiar en las redes sociales.
Almarás fue tesorero de la sucursal bancaria de avenida Luro y La Rioja, en el centro de Mar del Plata. Optó por jubilarse cuando Santander Río compró Citibank, aunque había sido tentado para continuar en el puesto.
Cifuentes se desempeñó como enfermera en la Clínica 25 de Mayo, puntualmente en la nursery.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en un comunicado donde informó quiénes eran las víctimas, afirmó: “Acompañamos a las familias de las víctimas en este momento de profundo dolor, que comparten todos los argentinos. El Gobierno de la República Argentina se encuentra profundamente conmocionado por el fallecimiento de los compatriotas".
Una falla en el avión, principal hipótesis
El viernes, un Boeing 737-200 de la aerolínea Cubana de Aviación se estrelló con 110 personas a bordo, pocos minutos después de despegar del aeropuerto internacional José Martí, en La Habana.
Solamente tres mujeres sobrevivieron al accidente, aunque los médicos señalaron que se encuentran en grave estado. Están internadas en el Hospital Calixto García. Tienen traumatismos de cráneo y quemaduras. "Trabajamos para corregir las lesiones sufridas en pos de lograr su estabilidad, aunque no están exentas de riesgo de vida", dijo este sábado a la estatal Agencia Cubana de Noticias el director del centro médico, Carlos Alberto Martínez.
La aeronave, alquilada a la compañía mexicana Global Air, realizaba la ruta entre La Habana y la ciudad de Holguín. Se precipitó sobre un campo de cultivo, cerca del poblado Santiago de Las Vegas. La tripulación era mexicana.
Fuente: Clarín
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