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análisis de expertos

Argentina entre los 3 países con más casos de reflujo: qué es y cuál es su impacto en la calidad de vida

Esta condición afecta al esófago, órgano responsable de guiar los alimentos hacia el estómago, y genera diversas complicaciones.

La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) se define por el retorno de los ácidos estomacales al esófago, ocasionando molestias e irritación. Diagnosticarla puede ser difícil debido a que sus síntomas se asemejan a los de diversas afecciones, según especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires. En Argentina, la incidencia de esta enfermedad es notablemente alta.

Recientemente, quince profesionales de la salud provenientes de nueve países del continente americano se unieron para establecer el primer consenso sobre el diagnóstico de esta patología. En este documento se establecen las bases de los estudios necesarios para una identificación precisa de la enfermedad. “La importancia de una historia clínica adecuada es innegable. Ni una entrevista clínica ni un cuestionario por sí solos pueden diagnosticar la ERGE”, afirmaron el 73% de los expertos consultados para redactar el consenso.

Según los datos obtenidos en este consenso, los síntomas de la ERGE en Argentina tienen una prevalencia del 23%, colocando al país entre los tres con mayor incidencia de esta enfermedad, junto con Estados Unidos y Reino Unido.

El doctor Jorge Olmos, jefe de Neurogastroenterología del Hospital de Clínicas de la UBA, destacó la importancia de este acuerdo al explicar: “Muchos pacientes atraviesan un ‘peregrinaje’ por médicos y diferentes tratamientos. Se les trata como si padecieran reflujo cuando en realidad no lo tienen. Esto representa un problema tanto para el paciente como para su entorno y el sistema de salud”.

Las causas de la ERGE son múltiples, pero en su mayoría están relacionadas con un debilitamiento o mal funcionamiento del esfínter esofágico, un anillo muscular que conecta el esófago con el estómago y controla el paso de los alimentos. Cuando este esfínter no logra cerrarse por completo o se relaja en momentos indebidos, el ácido estomacal puede regresar al esófago, causando daño.

Un estudio publicado en la National Library of Medicine de Estados Unidos reveló que los factores genéticos juegan un papel importante en el desarrollo de la ERGE. A partir de la investigación en pares de gemelos monocigóticos (provenientes de la misma división de un óvulo) y dicigóticos (desarrollados a partir de dos óvulos distintos), los expertos concluyeron que la genética influye en un 31% en la aparición de la ERGE.

Otros factores que pueden aumentar el reflujo están relacionados con los hábitos alimenticios. El doctor Olmos explicó que la obesidad y el sobrepeso contribuyen al debilitamiento de los tejidos en la región gastroesofágica, especialmente en los hombres, y que el consumo de alcohol y tabaco también tiene efectos negativos.

Por último, el estrés puede desempeñar un papel en la aparición de la enfermedad, ya que el cortisol liberado durante situaciones percibidas como amenazantes puede afectar al sistema digestivo. Sin embargo, desde el Hospital de Clínicas señalan que también existe la posibilidad de que el estrés simplemente modifique la percepción de ciertos estímulos, causando una sensación de acidez incluso cuando no existe. Por lo tanto, resaltan la importancia de obtener un diagnóstico preciso.

Los síntomas de la ERGE pueden incluir ardor en el pecho (acidez estomacal), regurgitación de alimentos ácidos, dolor en el pecho o en la parte alta del abdomen, dificultad para tragar, sensación de nudo en la garganta, tos crónica, laringitis y empeoramiento del asma o la aparición de síntomas asmáticos por primera vez.

El tratamiento varía desde cambios en la dieta hasta el uso de medicamentos o, en casos extremos, cirugía.

El doctor Olmos y la doctora María Marta Piskorz lideraron el primer Consenso Latinoamericano, con el objetivo de evaluar las herramientas de diagnóstico de la ERGE basadas en evidencia actual y proporcionar recomendaciones unificadas. Los resultados se basaron en una exhaustiva revisión de más de 1000 publicaciones científicas relacionadas con la ERGE, utilizando el sistema de clasificación GRADE (Grade of Recommendation, Assessment, Development, and Evaluation) para evaluar la calidad y fiabilidad de la evidencia.

El consenso concluye que la esofagitis erosiva detectada en endoscopia y la monitorización anormal del pH o de la impedancia del pH son los métodos más apropiados para diagnosticar la ERGE, aunque otras herramientas pueden proporcionar información complementaria útil.

Con información de Infobae

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