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Hizo historia

Madonna brindó un show gratuito ante un millón y medio de personas en Copacabana

Los detalles del inolvidable concierto de la Reina del Pop en Río de Janeiro, donde la música, el baile y la emoción se fusionaron en una noche mágica para cerrar su gira The Celebration Tour.

En un deslumbrante escenario plantado a orillas de Copacabana, Madonna desató la euforia entre más de un millón y medio de personas en Brasil. Con un setlist repleto de sus icónicos éxitos, desde “Like A Virgin” hasta “Hung Up” y “Nothing Really Matters”, la Reina del Pop ofreció un espectáculo gratuito cargado de energía, respaldada por un séquito de bailarines y estrellas invitadas.


El evento marcó el clímax de su gira retrospectiva “The Celebration Tour”, que la llevó por todo el mundo desde Londres hasta México. Este concierto, el más grande de su carrera hasta la fecha y el único en América Latina, atrajo a fanáticos de todas partes, ansiosos por presenciar la magia de Madonna en vivo y en directo.

Las autoridades de Río de Janeiro anticiparon una multitud de alrededor de 1.5 millones, una cifra que superó todas las expectativas, estableciendo un nuevo récord de asistencia para la diva del pop. Con una inversión considerable por parte del gobierno y los patrocinadores, el espectáculo no solo cautivó a la audiencia, sino que también impulsó la economía local con un aumento masivo del turismo.


El escenario majestuoso, elevado a dos metros y medio y equipado con una impresionante infraestructura de sonido, proporcionó el telón de fondo perfecto para el despliegue artístico de Madonna. La aparición de los invitados Anitta y Pablo Vittar agregó aún más emoción al evento.


Madonna, siempre reinventándose a sí misma, deslumbró con sus cambios de vestuario extravagantes, incluso luciendo los colores de la bandera brasileña en un gesto de aprecio hacia sus devotos seguidores.


Todo esto frente a la locura de sus fans, quienes esperaron durante más de 12 horas para garantizarse el lugar más próximo cerca de la valla. Si bien días atrás la policía militar había prohibido el acampe, la última noche se acercaron a las inmediaciones del escenario muchos asistentes que no querían llegar a último momento y comenzaron a formar lo que más tarde se convertiría en una larga fila.

A pesar de la magnitud del evento, la organización impecable garantizó que todo transcurriera sin contratiempos importantes, destacando la hospitalidad de Río de Janeiro ante la llegada masiva de visitantes de todo el continente.

Con información de La Nación

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